Veracruz - Boca del Río | 2024-12-30
La tortilla es uno de los alimentos esenciales que no pueden faltar en la mesa de las familias mexicanas, sin embargo, aunque esté grano se da en gran parte del país, la máquina que encontramos en las tradicionales tortillerías fue inventada por un hombre veracruzano.
México tiene un gran potencial gracias a las mentes creativas que buscan formas de innovar y facilitar la vida de las personas.
En Veracruz, uno de ellos dejó una huella imborrable en la historia se trata de Fausto Celorio, un inventor reconocido a nivel nacional e internacional, sin embargo, hay personas que desconocen qué fue lo que creo.
Fausto Celorio, era una persona originaria de Córdoba, Veracruz, fue un apasionado de las tradiciones mexicanas.
Según la página oficial de Tortilladoras Celorio, después de años de trabajo y dedicación, logró crear una máquina tortilladora capaz de producir tortillas de maíz a nivel industrial, alcanzando cerca de 100 kilogramos diarios.
En 1947 presentó su invento, pero no fue hasta 1959 cuando lo lanzó al mercado bajo el nombre "Celorio".
La máquina utilizaba un innovador sistema de extrusión, un chasis plano y un mecanismo de conducción de gas para cocinar las tortillas al salir del aparato.
En 1963, Fausto Celorio patentó su máquina tortilladora, que utilizaba rodillos para moldear y transportar las tortillas.
Aunque en esa época las máquinas funcionaban con petróleo, Celorio implementó el uso de gas como combustible principal, mejorando la eficiencia del proceso.
Fundó la empresa Tortilladoras de Lujo S.A., y aunque al principio las ventas eran bajas (una máquina al mes), su asociación con Alfonso Gándara, ingeniero del IPN, marcó un cambio.
Gándara perfeccionó el proceso, logrando que las tortillas tuvieran mejor textura, lo que disparó las ventas a 40 máquinas por semana.
Cabe mencionar que Fausto Celorio falleció el 30 de julio de 1996 en la Ciudad de México, dejando un legado de más de 150 inventos que transformaron la industria tecnológica del siglo XX.
Ahora conoces parte de la historia de las máquinas que encontramos en las tradicionales tortillerías de Veracruz y Boca del Río.
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