| 2025-03-05
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, deberá aprender que actuar por impulsos es riesgoso, sobre todo cuando la imposición de aranceles a las importaciones mexicanas puede afectar a su propio país aún más que al que pretende ´castigar´, aseveró Jeremías Zúñiga Mezano, presidente de Comunidades Seguras en el estado de Veracruz.
"Ya cumplió su promesa política, impuso aranceles del 25 por ciento, declaró la guerra a los cárteles, los clasificó como terroristas y firmó diversas órdenes ejecutivas relacionadas con las acciones que había prometido en campaña.
"Políticamente ya cumplió pero ahora deberá gobernar, tomar decisiones de política económica y ya se evalúa si se mantendrán o no los aranceles del 25 por ciento", resaltó Zúñiga Mezano.
En otras palabras, Trump cayó en su propia trampa porque su imposición de aranceles es un impuesto disfrazado para los propios compatriotas porque los automóviles serán más caros para los compradores estadounidenses. Y no sólo eso.
"Los vehículos costarán más, los alimentos se encarecerán y todos los productos derivados del acero experimentarán un incremento en sus precios. La vida en Estados Unidos será más cara porque no es posible trasladar las empresas de inmediato a territorio estadounidense.
"Si la administración de Trump pretende compensar el impacto con subsidios, ya se demostró en 2018 que esta estrategia no funciona pues durante la guerra comercial contra China el gobierno de Estados Unidos destinó más de 28 mil millones de dólares en subsidios para el sector agroindustrial", remarcó Zúñiga Mezano.
Ni así pudo controlar Estados Unidos el precio de alimentos y eso generó molestia entre los ciudadanos y contribuyó a su derrota en las elecciones de 2020, puntualizó el presidente de Comunidades Seguras.
Zúñiga Mezano aseveró que hoy la prioridad deberían ser las decisiones económicas racionales, más allá del populismo y las campañas políticas
No descartó que Estados Unidos anuncie en forma mediática medidas para reducir o eliminar algunos aranceles, pero dejó en claro que la decisión inicial de sus medidas podría provocar la pérdida de 250 mil empleos en su propio país.
Y si a él no le interesa el mercado mexicano, a Japón y otros países sí, y mucho, recalcó el presidente de Comunidades Seguras.