Veracruz | 2024-03-27
Durante el periodo de Semana Santa los únicos estados en el país que están autorizados a aplicar la Ley Seca son el Estado de México, solo en Nezahualcóyotl; Ciudad de México solo en algunos puntos y en Puebla únicamente el municipio Ignacio Romero Vargas.
Solo en estos lugares queda prohibida la venta de alcohol en bares y restaurantes, así como tiendas de autoservicio.
En el estado de Veracruz, como en muchos otros estados de vocación turística es muy difícil la aplicación de la Ley Seca por el impacto económico que traería en una fecha tan importante como lo es Semana Santa, ya que miles de turistas arriban al estado para disfrutar de las playas y zonas turísticas que ofrece la entidad, por lo que prohihir la venta de licor sería un golpe muy duro a la economía de miles de familias que dependen de los hoteles, restaurantes, tiendas de autoservicios, discotecas y más.
La única fecha en que se aplica la Ley Seca en Veracruz es en elecciones federales y aún así, los empresarios hoteleros y restauranteros, principalmente, han buscado tirar esa prohibición al considerarla obsoleta, ya que no cumple el objetivo de frenar la violencia que ocurre cada que hay elecciones.
Se dice que es la fecha en que más se vende licor en Veracruz, ya que la gente se abastece días antes con grandes cantidades de cerveza y alcohol para consumirlos en casas o espacios particulares, y aunque favorece a las tiendas de autoservicio, deja sin ingresos a los restauranteros y hoteleros, al inhibir el arribo de turistas y comensales en un día fuerte para el sector como lo es domingo.
La ley Seca es la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas en momentos determinados en los que el gobierno considere necesaria establecer esta medida.
Fue durante el siglo XIX en Estados Unidos donde se originó la ley seca encabezada por grupos ultraconservadores y radicales que buscaban la moderación en el beber de las personas.
Posteriormente fue implementada como prohibición total de consumir alcohol y, finalmente como una condena de todo lo relacionado con el alcohol, especialmente con la industria que lo producía y comercializaba.
En México este decreto comenzó a utilizarse en la segunda década del siglo XX, 24 horas antes de que iniciaran los procesos electorales y también durante toda la jornada de los comicios en cuestión.