Veracruz - Boca del Río | 2024-01-01
A diferencia de la Nochebuena, la llegada del Año Nuevo sí fue a morir y la población se desveló a tal grado, que mucho después del mediodía las calles y callejones del centro histórico de Veracruz seguían vacíos, sin caminantes y con todos los comercios cerrados, con excepción de los que van desde Mario Molina a Miguel Lerdo.
Restaurantes pequeños, cocinas económicas y vendedores informales en pequeño no abrieron ni se acercaron, sabedores de que a diferencia del 25 de diciembre, el 1 de enero no hay transeúntes, excepto los de la zona del Zócalo y del Malecón de Veracruz, áreas en donde sí abrieron los hoteles, cafés, restaurantes y hasta los billares.
En inmediaciones de los mercados 'Hidalgo' y 'Unidad Veracruzana' había muy poco movimiento humano y vehicular, las calles muertas.
Por ejemplo, el crucero de la avenida Miguel Hidalgo y de la calle Hernán Cortés lucía totalmente vacío, a diferencia del día anterior, 31 de diciembre, cuando el caos humano y el vehicular eran denominador común en sus alrededores por los 4 puntos cardinales.
Sin embargo, hay que decir que el supermercado recién reabierto en la esquina de Cortés y Guerrero sí abrió sus puertas y aunque pudiera pensarse que no habría clientela, sí tuvo compradores.
La avenida Independencia lucía con movimiento considerable porque ahí se ubica la Catedral de Veracruz, el Zócalo de Veracruz, así como hoteles y hace cruce con los Portales de Lerdo.
Fuera de eso, algunos cafés de cadenas y hasta las neverías de cadenas permanecieron cerradas.
El Parque Zamora sólo era utilizado por peatones que iban a la parada del transporte público a un costado del Tranvía del Recuerdo.
Ni siquiera los bares tradicionales abrieron sus puertas.
"Será que los domingos no hay borrachos?", o "nadie amaneció crudo después del Año Nuevo?", se preguntaban peatones al pasar frente a bares y verlos cerrados.
El consuelo de todos es que este martes 2 de enero se vuelve a la normalidad.
/lmr