Veracruz | 2021-09-30 | Jorge González
Hay veces que la rutina nos abruma y parece que no tenemos opciones para relajarnos, de plano poco es el tiempo de planear "una escapada" en algún sitio para salir de la monotonía y desconectarnos un poco de la ciudad. La semana pasada viví una experiencia de esas que uno le piensa demasiado, y solo es aceptar la invitación a un viaje inesperado. De vez en cuando hay que ser un poco arriesgados, ello me llevó a pasar buenos momentos con amigos, pero sobre todo, a volver a enamorarme de una región que ya me hacía falta visitar: Chachalacas.
En un inesperado mensaje de WhatsApp llegó la invitación, fue de última hora, mi contacto ya estaba instalado con un grupo de compañeros de trabajo, pero estas son las decisiones que no se piensan mucho, y menos, cuando buscas salir de la rutina, “jalo, llego en media hora”; le contesté sin dudarlo.
CHACHALACAS es un pequeño pueblo costero a 50 kilómetros del norte del Puerto de Veracruz. Como tenía 3 años que no iba, me orienté con Google Maps para dar a mi destino, y al final, quien realmente me ayudó a llegar al lugar correcto, fue un lugareño, él me dio las indicaciones porque hay calles cerradas y en construcción, así que de inmediato ubiqué las letras gigantes o corpóreas de URSULO GALVAN, donde te dan la bienvenida a la región. De ahí, me dirigí hasta el HOTEL ARTIZAN cerca de las dunas, donde me estaban esperando. A la altura del restaurante MARY CECI, para ser exactos.
Cómo también iba con otro grupo de amigos, pasamos de las presentaciones formales a las cervezas, refrescos y botanas. Así, con la confianza de la charla y aprovechando el inigualable escenario de las playas, dunas y bosques, comenzaron las fotos, videos e historias para nuestras redes sociales. Uno de ellos llevaba una moto tipo enduro y nos invitó a usarla, pero la verdad, solo daríamos recorridos de dos en dos y optamos por rentar tres CUATRI en MOTOS DIEGO. Después de la negociación con el arrendador, nos ofreció el servicio de un guía que nos llevaría a un paseo de una hora que estipulaba el contrato.
Al inicio del trayecto pensamos que iríamos en "fila india" y a velocidad moderada (como turista extranjero), pero fue la mejor decisión, ya que el conforme avanzábamos, el recorrido fue desarrollándose con adrenalina pura.
Primero fue un trayecto por orilla del mar, tomamos las primeras fotos y videos del paisaje, minutos después, nos metimos al bosque haciendo el recorrido por angostos caminos (trazados justo para las motos). Salimos a las dunas, donde estaba la primer pendiente, era como de 30 grados. De nuevo fotos y videos, hasta llegar a la cuarta duna, pero ahora de 45 grados, aproximadamente.
El tour fue vibrante y por completo la medicina que buscaba para desconectarme un poco de todo aquello que te agobia en una semana laboral. Entre la velocidad y sonido de los motores, subidas y bajadas, el sol rico pero picante, charcos y pastizales del bosque. No pensé en otra cosa más que en disfrutar el momento, y sin duda lo mejor, fue la vista panorámica de la playa del Golfo de México, con intenso oleaje, rompiendo en la arena donde inician las impresionantes dunas. Todo quedó grabado en mi nuevo móvil XIAOMI.
En una visita a Chachalacas no puedes irte sin acudir a comer a algunos de los restaurantes instalados en la playa, de esos que te atienden hasta la palapa donde estés ubicado y bueno si hablamos de precios, hay para todos los bolsillos.
La variación en precio también se da en la renta de motos, ya que al salir de la playa nos topamos con otro negocio, pero con precios no tan accesibles y sin guía incluido.
Esta experiencia me hizo recordar que Veracruz es el Estado que lo tiene todo, y para vacacionar ni se diga, cuenta con 7 regiones turísticas en 67 ciudades por descubrir (de las 212 a lo largo y ancho, frente al Golfo de México, para ser exactos). Desde la cuna del huapango en la REGION HUASTECA, donde puedes caminar en las kilométricas playas de TUXPAN, por cierto, es la costa más cercana a CDMX. La REGION OLMECA, hacia el sur, ahí descubrirás la combinación del desarrollo industrial con sus verdes paisajes en COATZACOALCOS.
Otra región, de mis favoritas, es la REGION DE LOS TUXTLAS, pues hechiza a quien la visita, no solo por su ecosistema, sino por el exótico misticismo de CATEMACO.
La REGION DE CULTURA y AVENTURA se vive en los bosques de niebla, pueblos mágicos y cafetales de COATEPEC. Bueno, qué decir de mi patria chica, la región donde nací, aquí se me viene a la mente un delicioso ZACAHUIL (tamal de masa martajada, manteca y carne de cerdo) acompañado por un ESCUIS de hierro (refresco de la familia COCA COLA con sabor a vainilla) en el mercado POZA RICA; hablo de la REGION TOTONACA, más conocida por la zona arqueológica del TAJIN, patrimonio de la humanidad, también está la REGION DE LAS ALTAS MONTAÑAS, donde puedes subir y bajar caminando o en teleférico, el famoso cerro del borrego de ORIZABA.
Esta aventura no planeada me llevó a redescubrir una región que pensé ya no podría sorprenderme, pero sin duda lo hizo y disfrute de la calma, la serenidad así como la intensidad de un recorrido en moto, aquí también puedes hacer parapente, tabla en arena, salto de dunas en buggy, paseo en jeep o simplemente a asistir a uno de los eventos que se llevan a cabo en las dunas. Hay tour nocturnos en motos, excursiones en arrecifes buceo y snorkel.
Por cierto, tuve que regresar, pues ni el arrendador, mis amigos, ni yo, nos acordamos de la identificación oficial que te piden al firmar el contrato. Tuve el pretexto perfecto para volver y seguir explorando las opciones que ofrece este paraíso veracruzano.