Casas y negocios abandonados son un peligro para los veracruzanos

Alertan sobre negocio en ruinas convertido en basurero, en la avenida Díaz Mirón y Cañonero Tampico, en Veracruz

Veracruz | 2024-12-27

Mis cuates jarochos!!! Cómo están viviendo los últimos días del año 2024? Espero que de maravilla.

Lo que no es de maravilla es el triste espectáculo que ofrece este inmueble ubicado en la esquina de la avenida Salvador Díaz Mirón y la calle Cañonero Tampico, cerca del Parque Zamora: en total abandono y convertido en basurero y en un peligro latente por las noches.

Dicen las abuelas de esa zona que hace varios años era una farmacia de ésas de cadena local y que al parecer la irrupción de las farmacias nuevas en aquel entonces las llevaron a la quiebra.

Hoy sólo se alcanza a distinguir la pintura amarilla y la azul y en donde alguna vez hubo cortinas metálicas o algo así sólo quedan boquetes por los que entran y salen quienes buscan en dónde desaguar sus riñones cargados de agua de desecho.

Ya lleva años así, lo único que no pudieron llevarse son las paredes, porque tampoco tiene techo que seguramente tiraron albañiles, porque no se cayó por sí sólo.

Y ustedes se preguntarán que a quién podría interesarle esa ruina. Pues a nadie, más que a su dueño, pero si no le genera ingresos económicos pues menos a los demás.

La otra parte es el peligro que representa ese inmueble para quienes caminan por la banqueta cuando anochece y cuando la zona empieza a quedar solitaria.

Las mujeres que salen de la escuela o del trabajo después de las 8:00 de la noche corren el mayor riesgo porque los supuestos menesterosos de la zona entran y salen del inmueble que les sirve de baño público, mis brothers jarochos.

Y también a los menesterosos.

Y si al pararse en la puerta ven acercarse a una mujer significa que hay peligro para ella.

Hasta una taza de baño tienen arrumbada!!! Claro, tirada y sin posibilidad de estar conectada al drenaje sanitario por razones obvias, mis cuais!!!

El sentido común dice que por lo menos deberían obligar al dueño o dueña del inmueble a tapiar las entradas y salidas para evitar una tragedia, si no es que ya ha sucedido y no ha trascendido.

Así que a quien corresponda, no hay que esperar a que suceda una desgracia.

Ahí los dejo, mis jarochos de corazón. Pásenme todo lo que vean y su brother estará ahí para reportarlo.

Se despide su hermano veracruzano, El Justiciero.

.
.