| 2024-09-26
El pasado domingo el presidente de México Andrés Manuel López Obrador visitó el puerto de Veracruz para inaugurar el centro cultural Leyes de Reforma, pero además de esto se inauguró la casa museo Benito Juárez solo que esta no ha abierto al público.
En 1858 esta casa fue asignada al gobierno general por el cabildo de la ciudad, a petición del gobernador Manuel Gutiérrez Zamora. Entre el 4 de mayo de 1858 y el 28 de febrero de 1859 estuvo habitada por el presidente Juárez, los ministros Manuel Ruiz y Melchor Ocampo, así como Francisco P. Cendejas y Matías Romero.
Actualmente, este lugar, ubicado en la calle Manuel Gutiérrez Zamora número 415 esquina con la calle Francisco I. Madero, en la colonia Centro de Veracruz, presenta una ambientación museística del siglo XIX, que muestra el contexto en el que se desarrolló la vida de Juárez, su familia y su gabinete en esta ciudad.
El recinto, en proceso de integración museográfica, abrirá sus puertas como museo en noviembre próximo, sin embargo, en lo que tiene que ver con sus espacios estos ya han concluido.
La casa museo Benito Juárez cuenta en la planta baja con salas de exposición permanente que comprenden una muestra del periplo de Benito Juárez tras su salida de la Ciudad de México, el despacho de trabajo del presidente y sus ministros, sala de transportes con un carruaje y caballerizas.
También se cuenta con un patio central donde se apreciará la obra Tennessee de la artista Carmen Parra, alusiva al buque de vapor en el que llegó Juárez al puerto de Veracruz en 1858.
En la planta alta los espacios recrean la ambientación familiar con recámaras, sala, comedor, cocina y biblioteca; así como salón de talleres educativos. Aquí también se contará con tienda de artesanías y cafetería.
De 2023 a la fecha, la Dirección General de la Conservaduría de Palacio Nacional y Patrimonio Cultural de la SHCP, en coordinación con otras dependencias e instituciones, desarrolló las acciones de recuperación, rehabilitación y transformación de estos espacios.
Tras la asignación, ninguno presentaba problemas estructurales, pero sí deterioro en sus elementos constructivos y arquitectónicos, principalmente en fachadas, ventanas de madera y balaustradas de balcones.
Ambas casas fueron atendidas con trabajos de rehabilitación de muros, techos, pisos, ventanas, puertas, balcones y escaleras, así como instalaciones eléctricas, hidráulicas y sanitarias. Todo el proceso contó con la validación del Instituto Nacional de Antropología e Historia.