Veracruz | 2025-01-07
Durante la temporada navideña y de fin de año 2024 decenas de perros y algunos gatos sufrieron accidentes y hasta la muerte en su huida por el estruendo de la pirotecnia en la ciudad de Veracruz, lamentó Alfonso Cruz Hernández, voluntario del Albergue La Roca
Dijo que no hay cifras exactas porque nadie se da a la tarea de registrar los casos y con frecuencia los dueños los dan por perdidos y suponen que aparecerán en cualquier momento y porque les da igual si están vivos o muertos, pero se supo de al menos medio centenar de víctimas animales sólo en unas horas.
La noche más caótica siempre es la de año nuevo el 31 de diciembre, pues supera por mucho a la de Navidad, del 24 del mismo mes: desde antes de las 12:00 de la noche del 31 de diciembre o las cero horas del 1 de enero empieza el estruendo de artefactos de pólvora que todos los tenderos expenden sin que nadie los decomise, explicó.
"La tronadera de cohetes, palomas y demás artefactos se prolonga por más de media hora y es el peor momento, en el que los animales huyen despavoridos y muchos ya no vuelven porque no encuentran el camino de regreso o en el peor de los casos, porque mueren atropellados o con el corazón paralizado por el terror, pero eso nunca lo sabrán los propietarios pues no los encuentran porque no se toman la molestia de buscarlos", señaló Cruz Hernández.
El voluntario del albergue canino estimó, por reportes, que entre la última semana del año 2024 y las primeras horas del 2025 la mortandad de perros aumentó en 20 por ciento con respecto al año anterior, además de que hubo desde atropellados, heridos y hasta extraviados.
Varios reaparecieron horas o días después, arrastrándose por tener una pata lastimada, pero muchos fueron hallados muertos y otros nunca volvieron ni volverán.
"En lo que yo vi, fueron más de 50 perros entre los perdidos, atropellados, heridos y hasta envenenados entre la noche del 31 de diciembre y las primeras horas del 1 de enero, el año nuevo, y los dueños ni por enterados", destacó Cruz Hernández.
Cuestionó por qué nadie hace nada para evitar el uso y abuso, pero sobre todo, la venta de la pirotecnia que además de causar la muerte de animales a los que les caen artefactos encendidos y con olor a pólvora, ponen en peligro a la población en general, incluso a quienes no salen de casa.
Exhortó a la propiedad responsable de los animales de compañía como perros y gatos, aunque éstos últimos son más difíciles de controlar, para evitar incidentes trágicos y lamentables.