Veracruz | 2021-01-15 | Cristian Pulido
Hace tres años en una vivienda de la austera colonia Ana Carreto en la Ciudad de Veracruz, una pequeña de 6 años le dijo a su señora madre que tenía ganas de ir a la escuela, pero la madre de otros 3 pequeños y su esposo son de escasos recursos.
Fue entonces que la pequeña Flor Karina Blanco Sosa aprendió a leer y escribir teniendo como utensilios escolares una pequeña rama y la tierra del piso de su domicilio. De esta forma, a sus 9 años el 17 de diciembre pasado le escribió de su puño y letra una carta al alcalde de la ciudad.
La carta pedía al munícipe que le permitiera asentarla oficialmente y sin costo alguno en el registro civil para poder cumplir con el primer requisito que pide toda primaria para ser matriculada, tener acta de nacimiento.
Fue así como por órdenes del presidente municipal, el pasado 13 de enero la pequeña sedienta de conocimientos y sus 3 hermanos, uno de 4, otro de 6 y otro de 11 años, dos varones y dos mujeres, fueron asentados en el recinto de la ciudad sin costo alguno.
Difícil situación
Marcelina Sosa Villaseñor y su esposo tienen años viviendo en la colonia Ana Carreto, pero cuando llegó el huracán Karl, su pequeña vivienda cayó y se quedaron sin ella, “Se nos vino la casa abajo y mi niña estaba chiquita, por agarrar mis cosas por mero se me cae al agua porque se nos metió toda el agua y se cayó la casa”.
La familia de escasos recursos hoy vive en un pequeño cuarto de madera y pedacería de lámina en el terreno de la madre de Marcelina ya que la lideresa Ana Carreto no le quiso dar uno propio argumentando que la madre ya tenía.
“Nosotros juntamos la botella, cartón, el fierro, nosotros chachareamos lo que es el plástico y latas de cervezas que juntamos para vender”, explica Marcelina cuando se le pregunta si su esposo y ella trabajan.
Y es que tanto padre y madre están herniados, no pueden cargar, por ello el padre difícilmente encuentra un trabajo, tanto en el Hospital Regional como en el de Tarimoya, les cobran 7 mil pesos la operación.
Lo que sigue
La pequeña Flor es la única que sabe leer y escribir puesto que además de que tiene mucho ímpetu, resultó de suma inteligencia, mientras su hermano mayor sigue siendo analfabeta. La madre pidió a varios candidatos a alcaldes que les apoyaran con el asentamiento, ninguno les hizo caso.
“Pedí ayuda a candidatos que llegaban ahí a la colonia, que pasaban, ninguno me dio la mano, pasó el PAN, otros que querían votos y ninguno me hizo caso”, comenta Sosa Villaseñor.
El director de la escuela primaria “José Ma. Morelos y Pavón” no admitió a la niña ni como oyente, bajo el argumento de que ya era muy grande y no tenía papeles.
Será el día 22 cuando tengan sus respectivas actas en mano, ahora el reto para la madre es inscribir a sus hijos en la primaria “Artículo Tercero” de la colonia El Vergel, por lo que hace un llamado a la ciudadanía para que les donen libretas, lápices y demás material educativo que no puede comprar.
“Yo quiero ser maestra para enseñar a los niños, me gusta el estudio” dice la infante que asegura le gustan más las letras que los números.