Veracruz | 2022-12-28
Angelina es la mujer de más antigüedad en el Asilo COGRA. Su historia no es menos triste y dolorosa que la de otros que ahí fueron olvidados por sus familias, sin embargo, ella fue abandonada con dos hijos pequeños, quienes tuvieron que crecer bajo la tutela de las autoridades, en el DIF municipal.
Su situación no le permitió quedarse con sus hijos, pues además de no tener un lugar, ni familia dónde quedarse, tiene una discapacidad mental.
Ella fue la primera mujer en llegar a Cogra, cuando empezó a brindar comida gratuita y alojamiento al ver la situación de la gente que llegaba a pedir ayuda.
De acuerdo a la presidenta del Asilo, María Teresa Mendoza de Infanzón, empezaron brindándole alojamiento a Angelina en la casa ubicada en la avenida Cortés entre Allende y Guerrero y de ahí, se la llevaron a Cuauhtémoc y Zamora, donde Cogra estuvo varios años, y finalmente fue a parar a Cultura y Murillo, la casa donde actualmente se encuentran.
“A Angelina le dan ataques epilépticos, hace muchos años le conseguimos un padrino que le pagó el neurólogo y los exámenes y el doctor nos dijo que su capacidad mental estaba al 40%.
Para ella yo soy su mamá y mi esposo es su papá, ella tiene su vida hecha aquí con nosotros”, detalló.
Recordó que cuando la abandonaron, llevaba dos niños, quienes ya son hombres casados y con familia.
“A ellos los tuvieron en el DIF de Boca del Río, hace muchos años y ya de ahí se fueron a la Casa Hogar de los Niños y de ahí se los llevaron a la Casa del Frijol, ya de ahí salieron porque tengo entendido que la Casa Hogar del Frijol desapareció y ya siendo adolescentes, uno de ellos fue prácticamente adoptado por una familia y el otro anduvo por ahí”, expresó.
Reconoció que el más pequeño de los hijos, un día, hace algún tiempo fue a visitarla ya casado, con esposa, pero ya no ha vuelto.
“Te puedo decir que nadie la viene a visitar, no sabemos quién es su familia, quién la abandonó, nada”, manifestó.
Agregó que nadie pregunta por ella, nadie le lleva nada solamente la población que acude de visita y que sabe que ella está ahí.
“Los ciudadanos se acuerdan que ella está aquí y le traen algún obsequio, pero es bastante triste porque es muy difícil estar en el olvido de sus familiares”, aseveró.
“Para ella no hay día de la madre, Angelina llora mucho porque dice que nadie la viene a ver, nadie se acuerda de ella, la verdad es muy triste porque todo ser humano tiene sentimientos y ese sentimiento de soledad y abandono que estas personas tienen son tremendos”, aseguró.
A pesar de su situación mental, Angelina si se acuerda que tuvo dos “chamacos”, como dice ella.
“Se acuerda cuando su hijo menor vino a visitarla y me pregunta por qué ya no viene y no entiende por qué, es algo inexplicable. Cómo es posible que olviden de esa manera a sus familiares”, aseveró.