Amenaza urbanización a especies silvestres

Veracruz | 2021-02-15 | Cristian Pulido

Hace dos años un 18 de enero un tlacuache bautizado como “Jarochito” irrumpió en el estadio Luis de la Fuente en un partido oficial de la Liga MX, el animal silvestre no solo acaparó los reflectores de todo mundo, sino que también confirmó una problemática que se vive en la urbe veracruzana.

Jarochito”, que días después fue incorporado en su entorno natural lejos del asfalto, significó un grito a las autoridades y la ciudadanía para ser protegidos y reubicados en lugares adecuados para ellos. Y es que la conurbación Veracruz-Boca-Medellín vive una eterna problemática al respecto.

La mancha urbana ha invadido tanto sus entornos, que hoy ardillas, mapaches, tlacuaches, iguanas, garrobos y culebras viven, sobreviven y mueren en ella.

Pero reubicarlos en pequeños “pulmones” de la zona conurbada no es la mejor decisión para los ciudadanos que se topan con ellos. Lugares como el antiguo parque botánico de la Pinera, el zoológico “Miguel Ángel de Quevedo” (Viveros) o las lagunas no son la mejor opción.

Así lo confirma Sergio Armando González Ramírez, presidente de la organización Earth Mission, “estas áreas están rodeadas por urbanidad, los animales necesitan distancias grandes para desplazarse, terminan saliendo a la carretera, ese es un factor negativo, otro es que hoy llevas una iguana, mañana llevas otra y otra y eso se sobrepobla”.

Lo recomendado es llevarlos a zonas rurales donde hay más espacio y mayor oportunidad de sobrevivencia o llamar a organismos o dependencias especializadas para que los reubiquen, como Bomberos y Protección Civil.

Abundan mapaches

Es conocido que en el área verde ubicada en Fidel Velázquez al Norte de la ciudad, antes parque botánico, hay una población de mapaches, los cuales ya no podrían ser ubicados en otros entornos.

“Los mapaches tienen infecciones y patógenos propios, esos ya se están reproduciendo entre ellos mismos”.

La fauna silvestre no es como los perros y gatos que se ubican y adaptan de manera fácil.

El antiguo parque botánico que está a un lado de lo que fue la “Casa de la Tierra”, le pertenece al Gobierno del Estado, pero está bajo la administración municipal y los mapaches deben ser protegidos por la Profepa.

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