Veracruz | 2020-11-09 | Heladio Castro
Al señalar que en la central nuclear de Laguna Verde persisten riesgos para la seguridad, el físico Bernardo Salas Mar advirtió que en su interior persiste un pasivo ambiental de al menos 300 mil toneladas de residuos radiactivos sin tratamiento.
Mencionó que el 20 de octubre de este año esa nucleoeléctrica estuvo a punto de sufrir "el peor Accidente Base de Diseño que un reactor de agua en ebullición puede experimentar, denominado LOCA o Lost of Coolant Accident (accidente por pérdida de refrigerante), cuando se pretendía realizar el tensionado de la vasija del reactor 1 durante la pasada recarga de combustible de dicho reactor.
Dijo que ante ello la empresa General Electric, que ganó el contrato para esos trabajos, interrumpió labores y retiró a su personal.
El físico resaltó que de haberse producido un accidente podría haber contaminado al país, excepto las penínsulas de Baja California y de Yucatán.
Añadió que otro pendiente es el manejo de los residuos generados, pues al parecer llevan décadas acumulados.
"Hay más de 300 mil toneladas de desechos radiactivos que no están siendo tratadas. En un oficio de hace años decía que llevaban de 15 a veintitantos años, o sea que desde el principio no han dado el tratamiento que se debe a esos desechos, y ahorita deben andar como en 28 años sin tratamiento adecuado", abundó Salas Mar.
Destacó que él promovió un amparo indirecto radicado actualmente en el Juzgado Primero de Distrito en el estado de Veracruz, con número 398/2020-I, en el que impugna la renovación de la Licencia de Operación de la Unidad I de la central nuclear.