| 2024-05-22
Las autoridades han hecho hincapié en tomar medidas preventivas ante la ola de calor, pero se ha destacado que las personas que tienen ciertos padecimientos son más vulnerables ante esta situación.
La Secretaría de Salud señaló que un golpe de calor, es más frecuente en los adultos mayores, niños menores de 6 años, así como en las personas que viajan de lugares fríos a países más cálidos.
Las personas más vulnerables al golpe de calor son niñas y niños menores de 6 años, adultos mayores de 65 años de edad, pero hay quienes tienen condiciones que afectan ya a su salud, que sumadas a un golpe de calor traen otro escenario y se trata de Personas con:
Todos estos factores que favorecen un golpe de calor, aunque la principal causa de un golpe de calor es la temperatura, factores como el medio ambiente, el ejercicio y las características personales, favorecen su aparición.
La mejor manera de evitar un golpe de calor, es la prevención es tener bien calor los daños a causa de temperaturas elevadas son progresivos y se presentan de la siguiente manera:
Los signos de alarma de un golpe de calor son: piel caliente y seca pero no sudorosa, confusión o pérdida del conocimiento, vómitos frecuentes, falta de aire o problemas para respirar.
Entre los síntomas más importantes que indican la presencia de un golpe de calor se encuentran el mareo, confusión, desorientación, sudoración excesiva al principio con posterior falta de sudor, enrojecimiento y sequedad de la piel, fiebre con temperatura corporal de más de 39.4 grados Celsius, comportamiento inadecuado (comenzar a quitarse ropa sin importar el sitio donde se encuentre), aceleración del ritmo cardíaco con latido débil, dolor de cabeza, inconsciencia y convulsiones.
Con el propósito de mantener la salud de la población, la Secretaría de Salud emite las siguientes medidas de prevención contra el golpe de calor:
Asimismo, se recomienda beber muchos líquidos aunque no se sienta sed, por lo menos 2 litros de agua diarios; vestir ropa ligera, clara y de algodón que permitan la transpiración; aclimatarse gradualmente al calor, dejar que el cuerpo se acostumbre a los cambios de temperatura; consumir comida ligera y fresca, de ser posible alimentos vegetales naturales crudos (ensaladas, frutas y verduras), y no permanecer en vehículos estacionados o cerrados.