3 consejos útiles para ahorrar gas en casa ¡Cuida fugas de dinero!

Aprende cómo ahorrar gas y evitar fugas en casa con estos tres consejos prácticos y efectivos.

Veracruz | 2025-04-22

A veces no es que el gas esté caro, es que se escapa. Así, sin que te des cuenta. Por la válvula, por una conexión floja, por el descuido de dejar la estufa encendida cuando nadie cocina.

A todos nos ha pasado. Pero la buena noticia es que con tres movimientos sencillos, puedes ahorrar más de lo que imaginas, sin invertir en tecnología cara ni hacer grandes cambios en tu rutina diaria.

1. El truco del jabón y las burbujas

No necesitas ser un experto para descubrir una fuga de gas. Solo necesitas un poco de jabón líquido, agua y una botella con rociador (de esas que usas para regar plantas o planchar ropa).

Mezclas agua y jabón, agitas y listo: rocía generosamente cualquier punto donde creas que podría haber un escape —válvula, conexión con la manguera, perilla, incluso la base del tanque—.

¿Se forman burbujas? No lo pienses dos veces: cierra la válvula, abre todas las ventanas y sal de inmediato del lugar. Si el olor es fuerte, no enciendas luces ni uses tu celular. Llama a los bomberos o al 911.

Muchos accidentes empiezan con una fuga que nadie notó a tiempo. O que sí notaron, pero ignoraron.

Una instalación en buen estado garantiza eficiencia y menos consumo de gas.

2. Cocina como tu abuela: con tapa y sin prisas

Los quemadores no funcionan mejor cuando los dejas encendidos al máximo. De hecho, gastan más y calientan menos si están sucios o si usas una olla muy grande con fuego bajo. Mejor haz esto:

Una cocina con mantenimiento básico rinde más. Y tus gastos lo notarán.

Cocinar con tapa y fuego moderado ayuda a ahorrar gas diariamente.

3. El calentador de agua no es jacuzzi: regula la temperatura

Este es un clásico: el calentador de agua encendido todo el día, con el fuego a todo lo que da. Ni el vapor del baño te deja ver. Error común. Haz lo siguiente:

Además, si tu boiler ya tiene sus años, considera cambiarlo por uno más eficiente. A la larga, esa inversión se paga sola.

Un último consejo: revisa tu instalación cada seis meses

No esperes a que huela mal para revisar. Al menos dos veces al año haz una inspección visual. Busca grietas, corrosión, conexiones flojas. Si algo no se ve bien, llama a un profesional. Porque el gas no avisa: cuando lo hace, ya es tarde.

Recuerda que ahorrar gas no solo es cuidar tu bolsillo. También es evitar riesgos y proteger tu casa. La próxima vez que mires tu estufa, tu boiler o el cilindro, piensa en esto: el gas que no usas bien, también lo estás pagando.

.
.