Ciudad de México | 2023-07-14
Contrario a la enseñanza de nuestras madres y abuelas de lavar y desinfectar los alimentos antes de prepararlos en la cocina, el pollo es la excepción, pues al hacerlo podríamos estar propagando una bacteria y con ello aumentando las probabilidades de adquirir una intoxicación.
La Agencia de Normas Alimenticias de Reino Unido (FSA) solicitó a la ciudadanía evitar lavar el pollo, ya que al hacerlo propagamos la bacteria campylobacter.
Esto ocurre debido a la fuerza del agua que al caer sobre el pollo crudo, salpica y dicha bacteria puede contaminar lo que haya alrededor, en primera instancia las manos, o las gotas podrían caer en objetos que nos llevamos a la boca, como son cucharas, vasos o tenedores.
Sin embargo esta advertencia es ignorada o desconocida para la mayoría de las personas pues de acuerdo a la FSA al menos el 44 por ciento de los habitantes de Reino Unido sigue lavando el pollo antes de cocinarlo.
Uelinton Pinto, profesor de Microbiología del Centro de Investigación en Alimentos de la Universidad de Sao Paulo confirmó que el pollo trae consigo cierta cantidad de bacterias, pero lavarlo no es la mejor opción para deshacerse de estas.
El especialista señaló que el método más efectivo para eliminar los microorganismos es mediante la cocción y para lograrlo habrá que cocinar el alimento a una temperatura mínima de 70 grados centígrados.
La bacteria campylobacter se contagia al comer o tomar alimentos infectados y puede causar diarrea, dolor abdominal, fiebre, náuseas y vómito, pero ojalá fuera lo único, ya que aunque las personas sólo están enfermas durante unos días, puede ocasionar problemas de salud a largo plazo, como el síndrome de intestino irritado y el síndrome de Guillain-Barré, que ataca el sistema nervioso periférico.
En el síndrome de Guillain-Barré, el sistema inmunitario del organismo ataca parte del sistema nervioso periférico. El síndrome puede afectar a los nervios que controlan los movimientos musculares así como a los que transmiten sensaciones dolorosas, térmicas y táctiles. Esto puede producir debilidad muscular y pérdida de sensibilidad en las piernas o brazos.
Se trata de una afección rara. Si bien pueden verse afectadas personas de todas las edades, es más frecuente en adultos y en el sexo masculino.