Ciudad de México | 2022-10-02
Seguramente has escuchado sobre las marchas y movilizaciones que se realizan cada 2 de octubre, pero ¿sabes qué fue lo que ocurrió realmente ese día? Aquí te contamos a detalle este oscuro pasaje de la historia mexicana.
El movimiento de 1968 fue un movimiento social de protesta en el cual participaron estudiantes, profesores e intelectuales de instituciones educativas como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), así como profesionistas, obreros y diversos colectivos.
Ese 2 de octubre, el Comité Nacional de Huelga convocó a un mitin en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, donde los estudiantes de las escuelas en huelga -como la UNAM, el IPN, El Colegio de México, la Escuela de Agricultura de Chapingo, la Universidad Iberoamericana, la Universidad La Salle, la Escuela Normal de Maestros y la Escuela Nacional de Antropología e Historia- expusieron seis demandas, ante los eventos violatorios de los derechos humanos por parte de la policía y las fuerzas armadas desde el inicio de la protesta estudiantil.
Estas demandas fueron:
1.- Libertad de todos los presos políticos
2.- Derogación del artículo 145 del Código Penal Federal
3.- Desaparición del cuerpo de granaderos
4.- Destitución de los jefes policiacos Luis Cueto, Raúl Mendiolea y A. Frías
5.- Indemnización a los familiares de todos los muertos y heridos desde el inicio del conflicto
6.- Deslindamiento de responsabilidades de los funcionarios culpables de los hechos sangrientos
Elementos del Ejército también acudieron al mitin, con el pretexto de vigilar la seguridad, ante cualquier conflicto; sin embargo, lo que los estudiantes no sabían era que miembros del Batallón Olimpia, vestidos de civil y portando un guante blanco en la mano izquierda como distintivo, se habían infiltrado entre ellos, con el fin de llegar hasta el edificio Chihuahua, donde se encontraban los líderes del movimiento.
Eran minutos antes de las 6 de la tarde y el mitin estaba casi finalizando, cuando de pronto un helicóptero comenzó a sobrevolar la Plaza de las Tres Culturas, desde el cual fueron disparadas algunas bengalas.
En cuestión de segundos, una lluvia de balas procedente del Batallón Olimpia cayó sobre los manifestantes, quienes rápidamente corrieron a refugiarse en los edificios contiguos. Muchos quedaron tendidos sobre la plaza, en medio de charcos de sangre, mientras que otros lograron ponerse a salvo… pero no por mucho tiempo.
Sin una orden judicial y de manera totalmente arbitraria, los soldados irrumpieron en los departamentos y capturaron a los que habían participado en el mitin. Unas dos mil personas fueron detenidas en el Campo Militar Número Uno, mientras que, en ese momento, el número oficial de muertos fue de 30; sin embargo, en 2006 las investigaciones revelaron que la cifra de víctimas mortales fue de al menos 350.
Desde aquel día, sobrevivientes, familiares de las víctimas y la ciudadanía en general han salido a las calles cada 2 de octubre para recordar a las víctimas de la masacre cometida por el Estado y lanzar una clara consigna al Gobierno: “ni perdón ni olvido”.