Xalapa | 2022-05-25 | Adolfo Gómez
Aunque las obras del Tren Maya ocupan las notas de los medios nacionales (últimamente por los amparos en contra de su construcción) no es el único que se está desarrollando en estos momentos en el país.
De la misma magnitud es la creación del tren que recorrerá el Corredor del Istmo de Tehuantepec, que unirá los puertos de Salina Cruz, Oaxaca, y Coatzacoalcos, en Veracruz, y que además del transporte de mercancías y desarrollo de parques industriales contempla también una ruta de pasajeros.
En la misma zona del sur de Veracruz se tiene planeado rehabilitar un ramal que pertenecía al tren del sureste y que conectaría a Coatzacoalcos con Palenque, Chiapas. Además, se crearía otro ramal que podría llegar hasta la refinería de Dos Bocas.
En lo que respecta a trazos urbanos también hay que mencionar al tren interurbano México-Toluca, que aunque inició en el sexenio en Enrique Peña Nieto la administración de López Obrador planea terminar, ya que es un punto clave para conectar el nuevo espacio aéreo del valle de México.
Además, se planea ampliar el ferrocarril suburbano para conectar diversos puntos de la Ciudad de México con el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
Mientras, en otros puntos del país también hay gobiernos estatales planeando la creación de trenes; uno es el caso del suburbano de Nuevo León, anunciado ya por el gobernador Samuel García. En Jalisco avanza la construcción de la línea 4 del tren eléctrico urbano, que conectará Guadalajara con el municipio de Tlajomuco.
Uno que quedó en el tintero (por ahora) fue el tren interurbano de Xalapa. La obra fue presentada al gobierno federal pero recientemente el propio gobernador, Cuitláhuac García, ha reconocido que sería difícil concluirla antes del 2024, por lo que ya se planean “otras opciones” para reducir el tráfico en la capital veracruzana.
Hace unos días el diputado federal Miguel Torruco Garza compartió en redes sociales un mapa que contempla distintas rutas de pasajero y carga a lo largo de la República Mexicana, la cual se proyectaría tener lista para el año 2050, a través de una iniciativa que buscará que el Estado mexicano retome la rectoría del sistema ferroviario del país.