Coahuila | 2023-05-17
El Centro Federal de Reinserción Social (CPF) 18 de Ramos Arizpe vuelve a colocarse bajo sospecha tras la muerte del interno Oliver Eduardo Ramos Cardoza, quien de acuerdo a las autoridades médicas del penal falleció por un infarto al miocardio, pero su cuerpo presentó señales de abuso físico.
Oliver Eduardo Ramos de 25 años de edad reportó en varias ocasiones amenazas de muerte por parte del personal de seguridad y custodia del CPF 18, el que más acusaciones por abuso a los derechos humanos de sus internos tiene en México y cuya directora es Jetzael Martínez Cisneros.
El fallecido cumplía una sentencia de 28 años, de los cuales cumplió 10 en diversos penales del país, y estaba por iniciar un proceso que de ganarlo recuperaría su libertad tres meses después del fallo del juez.
La esposa de Ramos Cardoza, Guadalupe Abigail Ávila, confirmó a XPECTRO FM que su esposo en varias ocasiones recibió amenazas de muerte por parte del equipo de custodios del centro penitenciario y aseguró que en el pasado fue violentado de manera física por ellos.
Ramos Cardoza y su esposa realizaron las denuncias 66117 en 2021, 66123 en 2021, 45658 en 2022, 108814 en 2022 y 57398 en el 2023 ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y tramitaron amparos para evitar los ataques dentro del centro penitenciario.
La viuda de Oliver Eduardo Ramos aseguró que su marido fue amedrentado en varias oportunidades y le exigieron retirar los amparos y las denuncias ante la CNDH y fue violentado por personal de custodia al mando de Martínez Cisneros.
De acuerdo al certificado de defunción expedido por la Secretaría de Salud con folio número 230045031 con fecha 15 de mayo del año 2023 firmado por el certificante José Alejandro González Reséndiz con cédula 898684, la causa de muerte de Ramos Cardoza fue por Síndrome Coronario Agudo (infarto) a las 16:33 horas del lunes pasado.
En la sección en la que se pregunta si fue defunción accidental o violenta el certificante marcó el espacio “se ignora” y en el espacio en el que se cuestiona si el fallecido tuvo atención médica durante la enfermedad o lesiones antes de morir, la respuesta fue “si”.
El cuerpo de la víctima presentó hematomas en la frente, cara, oído izquierdo, laceraciones en el antebrazo izquierdo, un corte profundo en la muñeca izquierda abajo de la palma y heridas en la mano derecha y en sus dedos, marcas que no tenía cuando su esposa realizó la última visita el pasado 10 de mayo.
Entre los días 10 y 14 el procesado no realizó ningún informe a su familia de alguna pelea o agresión física, ni se comunicó para informarles sobre síntomas que alertaran algún problema de salud.
La esposa de Ramos Cardoza comentó que el lunes 15 de mayo recibió una llamada cerca de las 15:00 horas por parte de personal de CPF argumentando que estaban confirmando los números registrados de contactos y cerca de las 20:00 horas le volvieron a llamar para informarle del deceso de su esposo.
Guadalupe Ávila recuerda que cerca de una hora después le volvieron a llamar para reconfirmar el fallecimiento de Oliver Eduardo Ramos y le solicitaron presentarse hasta las 09:00 horas del día siguiente en las instalaciones del Cefereso.
Al día siguiente se presentó como se le ordenó y fue recibida por personal del CPF, negándosele ver e identificar el cuerpo de su cónyuge argumentando que eso tenía que ser antes de que se iniciara la autopsia, durante el turno de la noche, cuando las mismas autoridades le solicitaron presentarse hasta la mañana siguiente.
“Entonces le pregunté por qué no me dijeron eso en la llamada que me hicieron y que me presentara hasta las nueve de la mañana y que no fuera en la noche y desde ahí siento que empezamos mal, porque siento que me están manipulando las cosas”, destacó Guadalupe Abigail Ávila.
El personal que la atendió le recalcó que la causa de muerte fue un paro cardiaco, lo que la señora Ávila dudó debido a que su esposo era un hombre joven, con buen estado de salud y con buenos hábitos alimenticios y de vida.
Los encargados del CPF entregaron el cuerpo en una bolsa blanca, pero no permitieron abrirla hasta que llegaron a la funeraria y fue que pasadas las 19:00 horas el personal del depósito fúnebre le dio acceso a Guadalupe Ávila y pudo darse cuenta de los daños físicos en el cuerpo de su esposo.
Durante unos minutos la señora Ávila estuvo en la cámara en la que estaba siendo preparado el cuerpo de su esposo para depositarlo en el ataúd y tuvo la oportunidad de tomar fotografías y un video para tener pruebas de los daños en su cuerpo.
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