México | 2021-09-27 | Judith Sánchez Reyes
“Me uno a la alegría de la celebración y deseo que sea una ocasión propicia para reforzar las raíces y valores que los constituyen como nación”, parte del mensaje que envió el Papa Francisco con motivo de los 200 años de la Independencia de México.
En el salón de Tesorería, en Palacio Nacional, se proyectó un video donde Rogelio Cabrera López, presidente del Episcopado Mexicano, leyó el mensaje que el Pontífice envió a nuestro país.
En la misiva enviada al gobierno de México, el jerarca católico destacó la importancia de que México se fortalezca a partir de una relectura a su pasado, “esa mirada retrospectiva incluye necesariamente un proceso de purificación de la memoria, es decir, reconocer los errores cometidos en el pasado que han sido muy dolorosos”.
“Por eso, en diversas ocasiones, tanto mis antecesores como yo mismo, hemos pedido perdón por los pecados personales y sociales, por todas las acciones u omisiones que no contribuyeron a la evangelización”.
“Pero no evocamos los dolores del pasado para quedarnos ahí, sino para aprender de ellos y seguir dando pasos en vistas a sanar las heridas, a cultivar un diálogo abierto y respetuoso entre las diferencias, y a construir la tan anhelada fraternidad, priorizando el bien común por encima de intereses particulares, las tensiones y los conflictos”.
El Papa Francisco dijo que no solo se trata de mirar al pasado, sino de “seguir viendo hacia el presente y a construir el futuro con gozo y esperanza, reafirmando los valores que los han constituido y los identifican como pueblo, valores por los que tanto han luchado e incluso han dado la vida muchos de vuestros antecesores como son la independencia, la unión y la religión”.
En este mensaje también resaltó la celebración de los 500 años de las apariciones de la Virgen de Guadalupe, todo un acontecimiento para la iglesia mexicana.
“En esta conmemoración es bello recordar, como lo expresó la Conferencia del Episcopado Mexicano con ocasión del 175 aniversario de la Independencia nacional: la imagen de la virgen de Guadalupe tomada por el padre Hidalgo del santuario de Atotonilco simbolizó una lucha y una esperanza que culminó en las Tres Garantías de Iguala, impresas para siempre en los colores de la bandera”.