| 2024-05-22
Aunque es cierto que si una mujer amamante a sus hijos durante la infancia esto ayudará al desarrollo del menor las autoridades de salud en México han señalado que la madre también recibe beneficios importantes que contribuyen a una buena salud.
Primero que nada, la leche materna disminuye 30 por ciento el riesgo de enfermedades infecciosas respiratorias, gastrointestinales y de vías urinarias en la persona recién nacida.
También reduce 13 por ciento el sobrepeso u obesidad, 35 por ciento la diabetes mellitus y algún tipo de cáncer, explicó la coordinadora del Banco de Leche del Instituto Nacional de Perinatología "Isidro Espinosa de los Reyes".
Agregó que también transmite anticuerpos, defensas, factores de crecimiento e información genética que podrían prevenir a nivel mundial dos millones de muertes infantiles al año.
En la actualidad, 33.6 por ciento de las personas que dieron a luz alimentó de forma exclusiva con leche materna a su bebé en los primeros seis meses, lo que representa un avance significativo, ya que, en 2014, el porcentaje era de 14.4.
Dijo que la práctica de la lactancia materna también tiene beneficios para la mamá, ya que hay menos posibilidades de que desarrolle cáncer de mama o endometrio, así como sobrepeso u obesidad, debido a que la grasa que se acumula durante el embarazo se consume con la lactancia.
La alimentación al seno materno ayuda en la salud mental, al generar un vínculo afectivo entre ambos y favorece el crecimiento de las y los bebés.
En entrevista, dijo que lo ideal es alimentar del seno materno a la niña o niño hasta los dos años o más; de forma exclusiva en los primeros seis meses y después de manera complementaria con otros alimentos.
Explicó que algunos factores que inhiben la práctica de lactancia de forma exclusiva en los primeros seis meses son: jornada laboral; mala técnica a la hora de amamantar que ocasiona dolor en los pezones, o la falsa creencia de que no producen suficiente leche para cubrir las necesidades de la o el bebé.
Indicó que, desde los primeros días posteriores al parto, la mamá produce la leche suficiente para satisfacer las necesidades (entre cinco y siete mililitros por cada toma); a los siete días, entre 500 y 700 mililitros, y en un mes la cantidad necesaria para el establecimiento de la lactancia.
La coordinadora del Banco de Leche expresó la importancia de que el personal médico esté informado sobre los beneficios y las técnicas de alimentación al seno materno para capacitar a las mamás sobre cómo colocar al bebé, cómo debe succionar y la forma de producción de leche para asegurar una lactancia exitosa.
"La mamá debe sostener la cabeza de su hija o hijo con la mano en forma de "C", el pezón debe apuntar al paladar de la o el bebé. La oreja, hombro y cadera deben estar en la misma línea, frente al cuerpo de la mamá; es decir, panza con panza."
Posteriormente, la mamá debe introducir a la boca del bebé el pezón y la mayor parte de la aureola; los labios superior e inferior del bebé deben quedar abiertos simulando una boca de pescado y su mentón tiene que estar en contacto con el pecho.
Enfatizó en que si las y los bebés sólo toman el pezón no podrán extraer la cantidad de leche que necesitan y esto puede generar grietas y dolor a la mamá.
Señaló que la alimentación saludable de la mamá durante la lactancia es fundamental, debido a que la mayoría de los nutrientes pasan a la o el bebé a través de la leche materna.
Es indispensable eliminar los alimentos irritantes, evitar el consumo de alcohol y de medicamentos herbolarios. En caso de que la mamá que está lactando ingiera medicamentos por alguna enfermedad, es indispensable estar bajo vigilancia médica para evitar que afecten a la o el bebé.
La leche humana ayuda a tener niñas y niños sanos por los anticuerpos que genera, la protección contra enfermedades y el cuidado de la salud mental; además, favorece la economía familiar.