El petróleo mexicano cae a terreno negativo y cierra en -2.37 dólares

Ciudad de México | 2020-04-20 | Agencias

La mezcla que vende Pemex en los mercados internacionales se desplomó por el efecto 'contango', que afectó a la referencia estadounidense y que finalizó en -37 dólares.

La mezcla mexicana de petróleo se unió a la caída histórica en los mercados energéticos y cerró la jornada en terreno negativo por primera vez en su historia.

La Mezcla Mexicana de Exportación (MME) cerró en -2.37 dólares por barril, frente a los 14.35 dólares donde cerró el viernes pasado, según cifras de Pemex. El contrato se vio arrastrado por la también caída histórica del referente del WTI que entró en una caída libre este lunes por el fin del contrato de los futuros a mayo.

El precio negativo se vio amortiguado porque también está referenciado a la mezcla europea, que cerró por encima de los 20 dólares.

El menor precio de la mezcla mexicana era de diciembre de 1998 cuando cotizó en 6.95 dólares por barril, según cifras de Banxico; así que nunca había cotizado en terreno negativo.

Los precios del crudo iniciaron la jornada de este lunes con fuertes caídas que lo llevaron a perder 50% a media jornada, pero a medida que se acercaba la hora del cierre, se precipitaron a tal punto que por primera vez en la historia para cerrar en menos 37.63 dólares. El contrato del Brent, la referencia europea, bajó 9% 25.57 dólares por barril.

La Mezcla Mexicana de Exportación (MME) depende en 65% del precio de la referencia del WTI, también toma en cuenta el valor del Brent en 35%, y al final aún tiene el llamado factor K, que determina el precio de descuento que ofrece Pemex para colocarlo en el mercado.

Pero esta durísima caída que vive el WTI se debe en buena parte a un tecnicismo financiero conocido como 'contango'.

“El contango es una situación financiera en la que el precio de tu activo vale hoy menos que en el futuro, porque las expectativas de los traders y comercializadores es que el precio siga por la misma línea, y no haya una recuperación de la demanda de petróleo”, dice Víctor Vidal, analista en mercados energéticos.

Lo normal para el caso del petróleo es que quien tenga un contrato más cercano a expirar obtenga un mejor precio por ese papel, debido a que los comercializadores de crudo aprecian más este tipo de contratos que pueden hacer efectivos en el corto plazo para afrontar la demanda de los días siguientes.

Pero la pandemia de coronavirus a nivel global ha tumbado la demanda energética, lo que ha causada una sobreoferta de barriles que los refinadores no quieren –porque a su vez la demanda de gasolinas y otros refinados se ha derrumbado-, y donde el espacio para almacenarlo lleva semanas llenándose hasta el tope, dejando a estos nuevos barriles sin un lugar físico para colocarse.

Así que los precios que hoy vemos hechos polvo en los mercados se refieren a los contratos de futuros del WTI para entrega en mayo, y que expiran hoy al cierre del mercado. Estos papeles, que en una situación normal tendrían más valor que los futuros de junio o de meses adelante, ahora buscan desesperados un comprador en un mercado físico donde los comercializadores, refinadores y almacenistas tienen menos espacio para venderlos, procesarlos o guardarlos.

Los contratos de WTI se entregan en Cushing Oklahoma debido a la alta capacidad de almacenamiento que existe en esa área de Estados Unidos. Justo en este lugar es donde se encuentra ahora el cuello de botella para la entrega física del petróleo, debido a que se han incrementado las reservas en este sitio por semanas.

“Lo que sucedió hoy es que los corredores o especuladores que compraron este contrato se encontraron a sí mismos sin la opción de revenderlos, y no tenían capacidad apartada para dejar el crudo en Cushing, Oklahoma, donde se debe hacer la entrega según el contrato”, explica Roger Diwan, vicepresidente de IHS-Markit, en un mensaje en Twitter.

Esto orilló a que los precios de esta mezcla, que es la referencia para los crudos estadounidenses, llegara a números negativos, implicando que hubiera contratistas que tuvieron que pagar para que alguien más tomara ese contrato, y el crudo físico que se entregará en marzo, explica Lourdes Melgar, exsubsecretaria de hidrocarburos de la Secretaría de Energía (Sener).

“Los inventarios en Cushing deben estar a más del 70% de su capacidad, porque sólo así se explica lo que vimos el día de hoy, incluso pensando que hubo especuladores en el mercado en estos movimientos”, dice la también investigador asociada del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

Si bien el efecto de este lunes con precios negativos puede ser pasajero, debido a que los contratos para junio cotizaron cerca de los 20 dólares, la contracción en la demanda energética que se vive ahora puede dañar a la economía profundamente, por lo que este ambiente de precios bajos del crudo puede durar hasta tres años, dice Melgar.

“Creo que esta crisis de precios bajos va a durar como tres años, es más profunda que la del 98, donde se hicieron muchos recortes, y el precio no subió. El maya costaba 4.5 dólares por barril, y la mezcla estaba en 7 dólares”, dice la especialista.

El pacto entre los países miembros y aliados extendidos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para reducir la extracción de crudo en mayo, y que México tuvo en vilo por unos días por su férrea postura , no ha tenido el impacto deseado para convencer a los mercados que se frenará la máquina mundial de sacar crudo al nivel que se requiere para equilibrarse con la baja en la demanda.

“La OPEP sigue produciendo con todo y hasta mayo lo dejará de hacer, así que en el proceso están destruyendo al mercado, y sólo van a sobrevivir los que tengan posibilidad de aguantar estos precios”, dice Vidal.

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