México | 2025-02-01
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, rechazó la decisión del gobierno de Donald Trump de imponer un arancel del 25% a las importaciones mexicanas, calificando la medida como una acción unilateral que no resuelve los problemas bilaterales.
Además, la mandataria negó categóricamente las acusaciones de la Casa Blanca, que señaló una supuesta alianza entre el gobierno mexicano y los cárteles de la droga.
En respuesta, Sheinbaum anunció la activación de un "Plan B", el cual incluirá medidas arancelarias y no arancelarias contra Estados Unidos.
Desde el anuncio de los nuevos aranceles de Trump, el gobierno de México había anticipado que tenía estrategias preparadas para mitigar su impacto. Este sábado 1 de febrero, Sheinbaum confirmó que su administración ya activó el "Plan B", el cual será encabezado por el secretario de Economía, Marcelo Ebrard.
"No es con la imposición de aranceles como se resuelven los problemas, sino con diálogo y cooperación."
Sheinbaum reiteró que México no busca confrontación, pero advirtió que el país no aceptará imposiciones unilaterales que afecten su economía.
Además, propuso la creación de una mesa de trabajo con el gobierno de Trump para abordar temas de seguridad y salud pública desde una perspectiva de responsabilidad compartida y respeto a la soberanía mexicana.
"México no solo no quiere que el fentanilo llegue a Estados Unidos, sino a ninguna parte. Pero si EE.UU. quiere combatir a los grupos delictivos, debe hacerlo de manera conjunta, con confianza mutua y sin vulnerar la soberanía."
Otro punto de tensión fue la acusación de la Casa Blanca, que señaló que los cárteles de la droga tienen "una alianza con el gobierno de México", justificando así los aranceles.
Sheinbaum negó categóricamente estas declaraciones, calificándolas de calumnias. Además, enfatizó que el problema del tráfico de fentanilo no solo involucra a México, sino también a Estados Unidos, donde el consumo y la distribución de drogas continúan sin control.
"Si en algún lugar existe tal alianza es en las armerías de Estados Unidos, que venden armas de alto poder a estos grupos criminales."
La mandataria recordó que en los últimos cuatro meses, su gobierno ha asegurado más de 40 toneladas de drogas, incluyendo 20 millones de dosis de fentanilo, y ha detenido a más de 10,000 personas vinculadas al crimen organizado.
También sugirió que Estados Unidos debería implementar una campaña de prevención del consumo de drogas y reforzar la regulación de opioides, recordando que la crisis del fentanilo comenzó con la prescripción masiva de analgésicos por parte de farmacéuticas estadounidenses.
Como parte del Plan B, algunos exfuncionarios y analistas han sugerido que México responda con aranceles dirigidos a sectores estratégicos de EE.UU.
El exnegociador del T-MEC, Ildefonso Guajardo, indicó que una de las opciones más viables sería imponer aranceles a productos agrícolas estadounidenses, específicamente a maíz, cerdo y lácteos, ya que estos sectores tienen fuerte influencia política en los estados republicanos que respaldaron la elección de Trump.
"Si México responde con aranceles a los productos que más apoyaron a Trump, los productores de maíz, cerdo y queso en el 'corn belt' serán los primeros en sentirse defraudados."
Sin embargo, México corre el riesgo de una escalada comercial, ya que, según informes de Bloomberg, la orden ejecutiva de Trump incluye una cláusula de represalia que le permitiría aumentar aún más los aranceles si México, Canadá o China deciden responder con sus propias medidas.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció que buscará una coordinación con México para responder a la medida arancelaria impuesta por Trump. En los próximos días, Trudeau sostendrá una llamada con Claudia Sheinbaum para evaluar acciones conjuntas.
Ambos países han reiterado que los aranceles violan el T-MEC y que es necesario utilizar los mecanismos del tratado para impugnar la medida.