Conoce 4 trucos para saber si el pollo se encuentra en mal estado

El pollo es uno de los alimentos que más consumen las familias mexicanas, sin embargo, este debe estar en buen estado para evitar una enfermedad.

| 2024-11-21

El pollo es uno de los alimentos que diariamente consumen los mexicanos, esto desde pollo frito, sopa, caldo, entre sus demás variantes, por lo que gracias a su versatilidad se puede comer en diferentes versiones.

Este alimento también cuenta con grandes beneficios nutricionales, siendo parte de parte de la gastronomía nacional, lo que lo convierte en uno de los alimentos presente en muchas cocinas mexicanas.

Este producto puede adquirirse en locales tradicionales, distribuidoras o supermercados, donde generalmente está empaquetado y listo para cocinar. Sin embargo, debido a su alta demanda, es esencial que los consumidores sepan identificar su calidad para evitar riesgos a la salud.

Sin embargo, pocas veces podemos confiar en este tipo de pollos, ya que podemos encontrar alimentos de mala calidad, que no se puede comer debido a que está en mal estado.

Conocer si el pollo está en su punto perfecto, nos ayudará a evitar bacterias como Salmonella y Campylobacter.

¿Cómo identificar un pollo de mala calidad?

Muchas veces el poder saber diferenciar si un pollo está o no en buen estado no nos resulta tan fácil, por lo que aquí te daremos algunos consejos para saber cómo distinguir si este es o no de buena calidad.

Si compras pollo crudo en el supermercado, revisa que el empaque incluya una etiqueta con información como el precio y la fecha de caducidad. Es importante considerar cuándo planeas cocinarlo, ya que el pollo crudo puede mantenerse en buenas condiciones en el refrigerador durante tres o cuatro días.

El pollo fresco debe tener un tono rosa claro, mientras que las áreas grasas deben ser blancas. Si el color es amarillento, grisáceo o desvaído, es un signo de deterioro y no debe consumirse. Al comprar pollo congelado, verifica si hay signos de descongelación y recongelación, como manchas de líquido en el empaque o acumulación de líquidos congelados en el interior.

Un aroma extraño o desagradable, similar al de los huevos podridos, indica que el pollo está en mal estado y podría estar contaminado con bacterias peligrosas.

Aunque el pollo crudo puede sentirse algo viscoso de forma natural, si esta sensación persiste tras limpiarlo, o si se siente pegajoso o seco por quemaduras de congelación, no debe consumirse.

¿Se debe o no lavar el pollo antes de utilizarlo?

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos recomienda no lavar el pollo antes de cocinarlo, ya que esto puede causar contaminación cruzada al esparcir bacterias como Salmonella y Campylobacter en la cocina.

Por ello, deberás asegúrate de cocinar el pollo a una temperatura media, lo que garantiza la eliminación de bacterias dañinas. Recuerda que el manejo adecuado de los alimentos y la prevención de malas prácticas son fundamentales para disfrutar de platillos seguros y saludables.

/lmr 

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