Veracruz | 2024-06-13
A orillas de un río en la región central de Veracruz, surgieron pueblos que aprovecharon el cauce del río para el desarrollo de sus comunidades. Esta ubicación facilitaba las actividades comerciales y cubría las necesidades cotidianas de sus habitantes. Vega de la Peña es una zona arqueológica habitada entre los años 900 y 1500 que, junto con El Cuajilote, se puede admirar por su notable planeación urbana.
Este sitio, al igual que El Cuajilote, se encuentra en la orilla del río Filobobos, una región de gran actividad comercial gracias a la red de comunicaciones que proporcionaba el río, además de los caminos que conectaban este punto central del estado.
Se tiene constancia de que la región formaba parte de la zona receptora de tributos impuestos por el imperio azteca a la provincia de Tlapacoyan. Entre los tributos destacados se encontraba el arte plumario, conocido por la biodiversidad de la costa.
El sitio ha sido parcialmente excavado, pero revela una extensa traza urbana. Destaca el Templo de las Grecas, el edificio más notable de la zona arqueológica debido a sus detalles arquitectónicos.
Su fachada ornamentada hace alusión a la famosa Xicalcoliuhqui o serpiente de fuego. Otros elementos destacados incluyen el juego de pelota, un conjunto de edificios residenciales, un grupo de piedras basálticas con bajorrelieves, un santuario circular y el Palacio con pinturas al fresco.
Para llegar a Vega de la Peña desde Tlapacoyan, Veracruz, debes tomar la desviación hacia El Encanto, situada a unos kilómetros por la carretera federal a Martínez de la Torre. Más adelante, a unos 500 metros, hay otra desviación a la izquierda que lleva al río Alseseca.
Al cruzar el río, a unos tres kilómetros se encuentra Vega de la Peña. Es posible visitar primero el sitio de El Cuajilote y llegar por tierra, ya que la distancia entre ambos sitios es de solo 2.5 kilómetros.
Ahora que cuentas con un sitio más para poder visitar con tu familia aprovecha que están muy cerca las vacaciones para que puedas disfrutar y relajarte.
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