Valencia | 2024-10-30
Recientes lluvias torrenciales han impactado con fuerza la región de Valencia, España, dejando más de 90 víctimas mortales y provocando un desastre de magnitudes históricas.
Este fenómeno, conocido como DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), ha desencadenado devastadoras inundaciones, arrasando pueblos, afectando miles de viviendas y poniendo en alerta a varias provincias españolas. Pero, ¿qué es una DANA y por qué puede causar un impacto tan destructivo?
Una DANA se refiere a una masa de aire polar extremadamente fría que queda aislada en niveles altos de la atmósfera, entre 5,000 y 9,000 metros de altitud, generando condiciones de intensa inestabilidad climática.
Al separarse de las corrientes de aire regulares, esta masa de aire frío queda libre para interactuar con el aire cálido y húmedo de zonas cercanas, como el mar Mediterráneo. Cuando esto ocurre, como en el caso de Valencia, se originan lluvias torrenciales, fuertes vientos e incluso tornados.
Según la Agencia Española de Meteorología (AEMET), el término "DANA" se comenzó a utilizar en los últimos años para precisar la naturaleza de este fenómeno, diferenciándolo de otros términos genéricos como "gota fría".
La DANA es particularmente común en la costa mediterránea de España, especialmente al final del verano y principios de otoño, cuando el mar alcanza sus temperaturas más elevadas, potenciando el proceso de inestabilidad.
El pasado fin de semana, la Comunidad Valenciana experimentó uno de los temporales más intensos de su historia, según la AEMET. En pocas horas, algunas zonas recibieron hasta 445 litros de lluvia por metro cuadrado, el equivalente a un año de precipitaciones en solo un día.
Las consecuencias no se hicieron esperar: el Río Magro, que atraviesa los municipios de Utiel y Requena, se desbordó, llevando a la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME) para evacuar a cientos de personas atrapadas.
Localidades como Chiva y Buñol soportaron precipitaciones extremas, con hasta 500 litros de agua por metro cuadrado en menos de ocho horas. La furia de la DANA afectó, además, a varios pueblos cercanos, provocando la crecida de la rambla del Poyo, que fluyó hacia la costa y afectó los alrededores de Valencia.
El municipio de Paiporta fue uno de los más golpeados, con más de 30 víctimas mortales, mientras que el Gobierno español estima que aún hay un número "incalculable" de desaparecidos.
A diferencia de otros fenómenos atmosféricos que se desplazan gradualmente, una DANA puede permanecer estática durante días, intensificando el daño en una sola área y aumentando el riesgo de inundaciones extremas y deslizamientos de tierra.
En este caso, la DANA se mantuvo varios días en la región de Valencia, acumulando niveles de agua que superaron récords históricos y desbordando ríos y barrancos.
La AEMET señala que no todas las DANAs producen condiciones extremas, pero cuando interactúan con temperaturas cálidas en la tierra y el mar, como en este caso, su capacidad de destrucción se incrementa considerablemente.
A esto se suma el cambio climático, que, según expertos, ha intensificado estos eventos en el Mediterráneo debido al aumento de la temperatura del mar. Esto proporciona más humedad y energía para que fenómenos como la DANA sean más frecuentes y severos.
Ante el devastador impacto de esta DANA, las autoridades españolas han activado medidas de emergencia en toda la región afectada, y la UME ha desplegado personal y equipos especializados para rescate, evacuación y control de inundaciones.
En ciudades y pueblos cercanos al río Turia y al barranco del Poyo, los residentes han sido evacuados de manera preventiva, mientras se trabaja en asegurar puentes y carreteras que han quedado inutilizadas por el agua y el lodo.
Por otro lado, las previsiones de AEMET indican que las lluvias podrían intensificarse en el norte de Valencia y en otras provincias como Castellón y Cataluña, mientras que Andalucía también ha emitido alertas por posibles afectaciones en Jerez y Málaga.
La tragedia provocada por esta DANA en Valencia y sus alrededores es un recordatorio de los impactos que el cambio climático está teniendo en los fenómenos meteorológicos extremos.
Cada vez es más evidente la necesidad de establecer protocolos de prevención y respuesta rápida para enfrentar desastres de esta naturaleza, y así proteger la vida y el patrimonio de las personas en áreas de riesgo.