Reino Unido | 2020-06-07 | Reuters
Manifestantes en Roma elevaron hoy sus puños al aire y cantaron "¡Sin justicia no hay paz!", mientras en Londres la gente desafiaba las advertencias oficiales de no reunirse y se apostaba fuera de la embajada de Estados Unidos como parte de un movimiento global antirracista.
El segundo fin de semana de manifestaciones mostró la profundidad del sentir mundial por la muerte de George Floyd en Minneapolis el 25 de mayo, después de que un oficial blanco que lo detuvo le puso la rodilla en el cuello.
El Reino Unido también es culpable", decía una pancarta sostenida por uno de los manifestantes en Londres, donde el ministro de Salud, Matt Hancock, había dicho antes que unirse a las protestas de Black Lives Matter podía contribuir a la propagación del coronavirus.
El jefe de la policía de Londres, Cressida Dick, dijo que 27 oficiales habían resultado heridos en asaltos "impactantes y completamente inaceptables" durante las protestas de esta semana en la ciudad, incluyendo 14 el sábado al final de una manifestación pacífica.
Chaniya La Rose, una estudiante de 17 años que asistió a la protesta del domingo con su familia, dijo que hace tiempo que debería haberse puesto fin a la desigualdad.
Tiene que parar ahora", dijo.
No debería ser tan difícil ser iguales", agregó.
En Italia, donde varios miles de personas se reunieron en la Piazza del Popolo de Roma, los oradores llamaron a acabar con el racismo en el país, en Estados Unidos y en otros lugares.
Las embajadas de Estados Unidos fueron el centro de las protestas en otras partes de Europa, con más de 10 mil personas reunidas en la capital danesa, Copenhague, cientos en Budapest y miles en Madrid, donde se alineaban en la calle vigilados por la policía antidisturbios.
También se realizaron movilizaciones similares en Bélgica y Suecia.
En Tailandia, la gente realizó una demostración en línea en la plataforma de video Zoom, debido a las restricciones de movimiento para prevenir la propagación del coronavirus.
Todo el mundo tiene esperanzas, todo el mundo tiene sueños, todo el mundo sangra rojo", dijo Natalie Bin Narkprasert, una organizadora de la protesta tailandesa.