| 2024-02-03
Este viernes, el Ejército de los Estados Unidos bombardeó posiciones claves de milicias proiraníes asentadas en los territorios de Irak y Siria. Este hecho respondería a medidas de represalias contra los tres marines estadounidenses asesinados en Jordania.
Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, afirmó que dichas acciones fueron realizadas bajo su orden directa y que suponen una de tantas medidas punitivas escalonadas contra los ataques de milicias contra posiciones estadounidenses.
“Esta tarde, por instrucción mía, las fuerzas militares estadounidenses atacaron objetivos en instalaciones en Irak y Siria que la Guardia Revolucionaria de Irán y las milicias afiliadas utilizan para atacar a las fuerzas de Estados Unidos (…) Nuestra respuesta comenzó hoy. Continuará en los momentos y lugares que elijamos”
El Comando Central de Estados Unidos confirmó el uso de más de 125 municiones de precisión lanzadas por aviones tripulados y no tripulados contra más de 85 objetivos en siete lugares distintos.
Entre los puntos atacados se encuentran cuarteles generales de mando y control, centros de inteligencia, cohetes y misiles, almacenes de drones y municiones, y otras instalaciones conectadas con las milicias o con la fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán.
Las Fuerzas Armadas de Irak condenaron los bombardeos estadounidenses en medio de un esfuerzo por el país árabe por estabilizar la situación política en la región.
Además, destacó que dicho acto supone una violación contra su soberanía y advirtió que tendría consecuencias “imprevistas” y “desastrosas” para Medio Oriente. Esto fue lo que compartió Yahya Rasul, portavoz de las Fuerzas Armadas iraquíes:
“Estos ataques se consideran una violación a la soberanía iraquí, socavan los esfuerzos del Gobierno iraquí y representan una amenaza que arrastrará a Irak y a la región a consecuencias imprevistas, cuyas repercusiones serán desastrosas”.