Ciudad de México | 2020-04-12 | El Financiero
Los principales productores de petróleo del mundo lograron un acuerdo histórico para reducir la producción mundial de crudo y poner fin a una devastadora guerra de precios.
Después de una semana de maratónicas conversaciones bilaterales y cuatro días de videoconferencias con ministros de todo el mundo, finalmente surgió un acuerdo para abordar el impacto de la pandemia mundial en la demanda.
Las conversaciones casi se desmoronaron debido a la resistencia de México, pero volvieron después de un fin de semana de diplomacia urgente, con el reloj corriendo hacia la apertura del mercado.
El acuerdo estaba supeditado a la participación de México. En un comunicado del jueves pasado, los países de la OPEP+ aseguraron que esto sólo será posible si el país se unía a los recortes.
La OPEP + recortará 9.7 millones de barriles por día, justo por debajo del plan inicial de 10 millones.
México parece haber tenido una victoria diplomática, ya que solo se le pedirá que corte 100 mil barriles, menos de los 400 mil que se le pidieron en principio.
Al respecto, Rocío Nahle, secretaria de Energía, le agradeció a los países miembros de la OPEP+ su apoyo para alcanzar el acuerdo previamente descrito, mientras que Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, aseguró que la estrategia diseñada por Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, funcionó.
México recibió la ayuda de Estados Unidos y este recortará 300 mil barriles en nombre de México, aunque aún no queda claro cómo quedará estipulado esto ante la OPEP+.
El acuerdo se dio entre los presidentes de ambos países, quienes el jueves pasado acordaron presentar esa propuesta ante la OPEP+, sin que quede claro cómo es que México pagará el favor a Estados Unidos.
La finalidad de este acuerdo es regular la oferta de crudo en el mercado y evitar así una desestabilización generada por la sobreproducción de Arabia Saudita y Rusia, así como la caída de demanda de entre 20 y 30 por ciento generada por la pandemia de coronavirus.
Con el coronavirus paralizando los viajes aéreos y terrestres, la demanda de gasolina está colapsando y los precios se han reducido considerablemente.
Eso amenazó el futuro de la industria petrolera de Estados Unidos y la estabilidad de los estados dependientes del petróleo, al tiempo que acumulaba más desafíos en los bancos centrales que luchaban contra las consecuencias de la pandemia.
La pregunta ahora para el mercado petrolero es si los recortes serán suficientes para estabilizar los precios del crudo en un momento en el que se redujo la demanda de los combustibles.
Con países de todo el mundo extendiendo sus bloqueos, el número de muertos en Nueva York y el desempleo explotando en Estados Unidos, el mercado petrolero ahora está mucho más preocupado por el consumo que por la oferta.
El crudo West Texas Intermediate cayó más del 9 por ciento el jueves, ya que los operadores anticiparon que los recortes no llegarían lo suficientemente lejos. Los mercados petroleros cerraron el viernes por Semana Santa.
Para que se cerrara el acuerdo, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, tuvo que intervenir, luego de que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, un populista de izquierda que se comprometió a reforzar la destreza de la producción petrolera de México, rechazó los términos. Las conversaciones bilaterales entre Arabia Saudita y México continuaron durante el fin de semana.
La OPEP + también buscaba cinco millones de barriles por día de reducciones de producción de los productores en el grupo del G20. Sin embargo, dicho grupo no mencionó ninguna restricción en su comunicado después de una reunión el viernes, solo dijo que tomaría medidas para garantizar la estabilidad.