Brasil | 2023-05-30
La celebración de cumpleaños de Lindaci Viegas Batist dio un giro de 360 grados cuando la mujer de 54 años, habitante de Río de Janeiro, comió unos chocolates envenenados que habían sido enviados como un obsequio inofensivo.
Lindaci creyó que el presente provenía de su marido y por eso no dudo en degustar los bombones de chocolate y las rosas que había recibido recién. La caja no tenía el remitente, pero al conversar con su esposo, este mismo le confirmó que había sido él quien se los había enviado, lo que la hizo comerlos sin ninguna preocupación.
Lamentablemente, al poco tiempo de ingerir las golosinas, Viegas Batist comenzó con malestares. Había abandonado la estética donde se encontraba en la localidad de Vila Isabel, donde tiene su domicilio, cuando el fuerte dolor la doblegó y pidió ayuda en la calle. Un grupo de policías que se encontraban cerca acudieron para socorrerla y la trasladaron a un hospital local. Sin embargo, Lindaci no sobrevivió a pesar de los esfuerzos médicos.
Las circunstancias de su deceso comenzaron a levantar sospechas entre sus seres queridos, y las indagatorias posteriores revelaron que la exnovia de su esposo, Susane Martins, había sido quien envió los bombones envenenados. Los chocolates contenían pequeñas esferas de plomo en su interior, según la autopsia.
Lenice Batist, la hermana de Lindaci fue quien proporcionó las pistas más importantes que redireccionaron la investigación hacia Martins. De acuerdo a Lenice, Lindaci previamente había recibido amenazas de muerte de parte de la exnovia de su esposo. De hecho, tenían evidencias que sostenían estas declaraciones, como una foto de Susane Martins soteniendo un arma y mensajes de acoso en el celular del esposo de Lindaci.
En este punto fue cuando las autoridades locales aprehendieron a Susane Martins, quien fue señalada como la sospechosa principal de la muerte de Lindaci Viegas Batist. La declaración de Lucas Bernardes, el repartidor que entregó el obsequio fue vital en la identificación y arresto de la presunta culpable.
Lucas, de 26 años de edad, recordó haber entregado el presente a Lindaci. Dijo que el hijo de Susane había sido quien se lo dio para su entrega. A pesar de estar implicado en la entrega del ‘regalo mortal’, Bernardes insiste en su inocencia, pues ignoraba el contenido del paquete.
Martins fue detenida en su casa, donde la policía encontró pruebas que ligaban a la mujer con el asesinato. Incluso había tratado de contactar al repartidor para eliminar las conversaciones que había tenido, pero los esfuerzos por borrar su culpabilidad fueron en vano. Fue arrestada y acusada de homicidio calificado.
Conforme avanzan las investigaciones, los análisis forenses confirmaron la presencia de esferas de plomo en el cuerpo de Lindaci, lo que llevó a analizar los chocolates en el laboratorio para hacerles pruebas adicionales.
La situación legal de Susane está aun por definirse. Mientras la comunidad de Río de Janeiro y la familia de Lindaci se encuentran tristes y consternados por este hecho.