Honduras | 2020-11-29 | Xinhua
Tras el paso de la tormenta tropical Iota por Honduras, cientos de comunidades siguen inundadas y ha sido imposible iniciar los trabajos de limpieza, sobre todo en la zona norte, en el Valle de Sula, informaron las autoridades locales.
Un total de 73 mil 301 personas se encuentran en 822 refugios sin poder regresar a sus casas y subsisten de donaciones que son distribuidas por el gobierno. Las lluvias que no ceden en Honduras desde el pasado fin de semana por lo que han impedido los trabajos de limpieza.
El Valle de Sula fue el más afectado, donde los ríos Ulúa y Chamelecón dejaron inundados los municipios de Pimienta, La Lima, Choloma, El Progreso, así como algunas zonas de Villanueva, en el departamento de Cortés (noroeste).
El agua ha arrasado cultivos, destruido infraestructuras y el Valle Del Sula, es el motor de la economía hondureña.
El aeropuerto Ramón Villeda Morales sigue anegado y según autoridades de aeronáutica civil podría estar habilitado el 15 de diciembre. El lunes, cuando se pensaba que todo estaba en calma, se inundó por cuarta vez el Valle de Sula, lo cual provocó la decepción de los pobladores.
Algunas personas alquilaron hoteles en San Pedro Sula, otros en apartamentos o viven con familiares y amigos. Cientos de familias se observan debajo de los puentes o a orillas de las carreteras en carpas improvisadas, esperando que todo se normalice.
El secretario del Plan de Nación y coordinador de las actividades de limpieza en las zonas afectadas, Mario Pineda, afirmó que ya comenzaron a llegar con el equipo de limpieza a la colonia Planeta de San Pedro Sula, pero la lluvia ha impedido el inicio de los trabajos.
Un equipo de Defensa Civil colombiana se encuentra también en Honduras para apoyar en labores de rehabilitación de calles y ayuda humanitaria.
Otro problema que enfrentan los albergados es la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) y la proliferación de zancudos.