| 2024-07-14
Mandatarios de todo el mundo expresaron su apoyo al expresidente y a las otras víctimas del tiroteo ocurrido el sábado, en el que murió un espectador y otros dos resultaron gravemente heridos.
Líderes globales y gobiernos han reaccionado con consternación ante el atentado contra el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante un mitin electoral, que casi acaba con su vida.
Desde el viejo continente, la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se declaró "profundamente conmocionada" por el atentado y enfatizó que "la violencia política no tiene cabida en una democracia".
En términos similares, Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, calificó la violencia política como "absolutamente inaceptable".
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, también condenó el atentado, recordando que "los países de la Alianza Atlántica están unidos para defender la libertad y los valores comunes".
Por su parte, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, destacó que "la violencia y el odio no tienen cabida en una democracia", condenando rotundamente el ataque.
El canciller alemán, Olaf Scholz, describió el ataque como "despreciable", apuntando que "actos violentos como esos amenazan la democracia".
El Emmanuel Macron, Emmanuel Macron, consideró el incidente como "un drama para las democracias" y deseó una "rápida mejoría" para Trump.
Así mismo, el primer ministro británico, Keir Starmer, y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, también condenaron la violencia política, con Meloni deseando que "los próximos meses de campaña electoral vean prevalecer el diálogo y la responsabilidad".
Desde Rusia, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, condenó cualquier tipo de violencia en el contexto político, afirmando que "la vida de Trump está en peligro", aunque negó que el actual gobierno estadounidense estuviera detrás del intento de asesinato.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, expresó su horror ante el tiroteo, deseando a Trump una "pronta recuperación", mientras que Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, confió en que "la investigación sobre el ataque se lleve a cabo de manera eficaz".
Finalmente, desde El Vaticano también expresó su preocupación por el incidente, resaltando que "hiere a las personas y a la democracia".
Desde América, el presidente de Argentina, Javier Milei, culpó a la "izquierda internacional", acusándola de recurrir al terrorismo.
Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, instó a que el tiroteo "sea condenado enérgicamente por todos los defensores de la democracia".
Gabriel Boric, presidente de Chile, calificó la violencia como una "amenaza a las democracias".
Los gobiernos de Colombia y Perú también condenaron enérgicamente el atentado, mientras que Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, repudió el ataque y deseó "salud y larga vida" a Trump.
Luis Arce, presidente de Bolivia, insistió en que "la violencia, venga de donde venga, debe ser siempre rechazada". Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, condenó el tiroteo como "irracional e inhumano".
Xi Jinping, de China, expresó su "compasión y simpatía" por Trump. Narendra Modi, primer ministro de India, dijo estar "profundamente preocupado" y condenó la violencia política.
Fumio Kishida, primer ministro japonés, reiteró la necesidad de "mantenerse firmes contra cualquier forma de violencia".
Lai Ching-te, presidente de Taiwán, ofreció sus "sinceras condolencias" a las víctimas, mientras que Ferdinand Marcos, presidente de Filipinas, se mostró aliviado de que "Trump esté bien tras el intento de asesinato".
Desde Pakistán, el ex primer ministro Imran Khan condenó enérgicamente el atentado, afirmando que "la violencia política es una herramienta de cobardes".
Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, y su esposa Sara se declararon conmocionados por el ataque y rezaron por la "seguridad y pronta recuperación" de Trump.
Abdel Fattah al Sisi, presidente de Egipto, describió el tiroteo como un "incidente traicionero".
Finalmente, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar subrayó la necesidad de "adoptar el diálogo y evitar la violencia política".