Hawai | 2022-05-12 | Staff Imagen de Golfo
Los astrónomos han revelado la primera imagen del agujero negro supermasivo llamado Sagitario A*, situado en el centro de la galaxia, lo que constata la existencia de esta enorme concentración de masa y contribuye a arrojar nueva luz sobre estos fenómenos. El descubrimiento, llevado a cabo gracias al Telescopio del Horizonte de Sucesos, formado por una red mundial de radiotelescopios, muestra la región central oscura rodeada por una estructura brillante con forma de anillo, donde la luz se curva por la gravedad.
Los agujeros negros son eventos tan masivos que nada, ni siquiera la luz, puede escapar a su atracción gravitatoria. Su propia condición lo convierte en un fenómeno tan extraordinario que pone en evidencia los límites de la física, motivo por el cual su existencia llegó incluso a ser puesta en duda por el mismo Einstein quien, paradójicamente, ayudó a descifrarlos a través de los cálculos su Teoría de la Relatividad General.
El Premio Nobel predijo que la existencia de unos eventos que fueran lo suficientemente violentos como para perturbar la interacción gravitatoria y el espacio-tiempo que rige el universo, lo que acabaría dando lugar a una especie de 'onda expansiva' similar al efecto que tiene una piedra cuando impacta contra un charco. El físico concluyó, sin embargo, que esas ondas a su paso por nuestro planeta serían tan tenues que no podrían detectarse.
Otros reconocidos científicos, como Stephen Hawking, llegaron a negar su existencia, al menos tal y como los conocemos hoy en día. Y no es para menos, teniendo en cuenta que hasta hace poco tiempo la representación de un agujero negro quedaba sujeta a la imaginación de los astrónomos, ya que jamás nadie había podido captar su imagen, únicamente habían sido detectados a través de las ondas gravitacionales que emanan de estas formaciones supermasivas.
El origen incierto de Sagitario A*
Sagitario A* tiene una masa estimada de unos 4 millones de veces la del Sol, y se cree que está inactivo la mayor parte del tiempo, pues solo absorbe gas o polvo de manera ocasional. En 2019, un equipo científico liderado por Reinhard Genzel y Andrea Ghez comprobaron empíricamente su existencia, lo que les valió el Premio Nobel de Física de 2020 a partir de las mediciones tomadas por el telescopio Keck de Hawaii. Sin embargo, estos fenómenos se forman como consecuencia del colapso gravitatorio de una estrella supemasiva, algo bastante improbable en el caso de Sagitario A*, pues hasta la fecha no se han detectado estrellas cercanas que sean lo suficientemente masivas para formar un evento de estas características. Las nuevas mediciones llevadas a cabo por el EHT podrían aportar nueva luz a la oscuridad de estos agujeros negros.
El hallazgo se podrá seguir en una rueda de prensa internacional (a las 15:00 hora española) a través del canal de YouTube del CSIC con el equipo científico español participante.