Redacción | 2020-12-13 | 20 minutos / Vanity Fair
Un 26 de noviembre del año 1504 fallecía la reina Isabel la Católica y, con motivo de esta fecha, la Biblioteca Nacional de España (BNE) ha compartido el que fuera su Codicilo, esto es, una disposición adicional al testamento que fue otorgado en Medina del Campo tres días antes de su muerte.
Aquel día, el 23 de noviembre, la reina Isabel firmó esta disposición en presencia del notario, Gaspar de Gricio y de cinco testigos que habían estado presentes el 12 de octubre cuando firmó su testamento.
En este texto aborda, por un lado, "cuestiones que afectan directamente al gobierno peninsular" y, además, "muestra su preocupación por la política que está ejerciendo España en América, sentando las bases de las Leyes de Indias", explica la Biblioteca Nacional.
¿Una reina poco aseada?
Isabel la Católica olía verdaderamente mal como se ha sostenido durante siglos? ¿A Dios puso por testigo a finales del S. XV que jamás se cambiaría de camisa interior si no conquistaba Granada durante su reinado? “Es mentira”, explica tajante a Vanity Fair María Pilar Queralt, historiadora y autora de Isabel de Castilla. Reina, mujer y madre (Edaf). “Se trata de una de tantas leyendas que hay alrededor de la reina Isabel, aunque no es la única. Imagínate, también se ha comentado que vendió sus joyas regias para financiar el viaje expedicionario a América, algo que tampoco tiene nada de cierto”. Es más, la experta apunta que lo de la camisa se fundamenta en un error histórico. “Fue su tataranieta, la gobernadora de los Países Bajos Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II e Isabel de Valois, la que dijo que no se cambiaría de ropa hasta pacificar Flandes”, aclara.
En una ocasión, según relata la experta en su libro, los encargados de cocina de palacio quisieron disimular la presencia de este ingrediente en un guiso con abundante perejil. Sin embargo, la recia castellana, que tenía un paladar a prueba de ajos, exclamó: “¡Venía el villano vestido de verde!”. “Un dicho que se ha quedado para siempre entre los dichos populares para indicar alguna amenaza oculta. Pero lo que quiero decirte con esta anécdota es que esto de que era sucia es toda una leyenda”, apuntó.