Las Vegas | 2023-07-23
Un ajolote en medio del desierto es lo que representará a México en el tema del año del Festival Burning Man 2023, ‘Animalia’, y que Ricardo Martínez Herrera ‘Riick’ se encuentra construyendo para su exhibición a partir del 27 de agosto en la Black Rock City de Reno, Nevada.
‘Axolotl: A spirit guide’ es el nombre de la escultura que Riick propuso para el evento, misma que se encuentra construyendo en Las Vegas y que da continuidad a un viaje que emprendió en 2022 cuando, a través de una exposición en ‘La ciudad del pecado’, le hablaron sobre el excéntrico festival.
“Una de las personas que fue a mi exposición fue el Cónsul de México en Estados Unidos, pude hablar con él, Julián Escutia, y me dice: ‘Te voy a presentar a otro artista que tienen un universo muy similar’”, relató el artista vía Zoom a Galería.
“Hablando con ellos, me dicen: ‘Tu arte podría estar en Burning Man, cada año hacen un llamado para nuevas esculturas y pensamos que deberías participar. Llegando a mi casa, dije: ‘Voy a mandar una carta con una idea de escultura, la mandé y seis meses después, me respondieron que sí”, detalló.
De acuerdo con Riick, el Festival Burning Man impulsa a 70 artistas de su convocatoria, dentro de los que seleccionan 15 internacionales, los cuales podrán exhibir sus creaciones durante una semana en la Black Rock City.
“Me toca en el mero centro, lo que le llaman ‘La playa’ y ahí es donde ponen mi escultura, en medio de 75 mil personas”, relató el artista mexicano.
-¿En qué consiste tu obra?
- Cuando me dicen a mi que podría hacer algo para Burning Man, dije: ‘Tiene que ser algo que represente a México’ y en esos días estaba leyendo que el ajolote estaba en peligro de extinción en Xochimilco.
Pero como tiene características especiales, en cautiverio le va muy bien y pensé: ‘Mira, como cualquier mexicano, en México batallas, pero en cuanto nos vamos a cualquier otro país, inmediatamente el mexicano brilla y ahí esta la cosa.’
Voy a hacer un ajolote que brille en medio del desierto, que tenga luces, reaccione a los sonidos, pueda meter música y atraiga la atención de las personas.
Que puedan ver qué es un ajolote, un animal mexicano que era una deidad completamente y que ahi está, y se me hace una buena oportunidad para decir ‘Esto es México, estos colores, este animal, todo esto es México.’
-¿Cuáles serían las especificaciones del ajolote?
- Voy a hacer un ajolote de metal, de seis metros de largo y más o menos dos y medio, tres de alto; en la espina dorsal, los pelitos que tiene atrás y también en las branquias, que es lo que le sale de la cabeza, voy a poner metros y metros de este cable transparente y le voy a poner las luces.
El concepto es que las luces salen y se ven reflejadas a través de este cable que es la fibra óptica.
El ajolote está hecho en aluminio, entonces al final la obra está enorme, ahorita es de siete metros de largo, la idea era de seis, pero se me fue uno más y ahorita ya mide dos metros de alto y le falta la cabeza, entonces sí va a ser como de tres metros y esa es la idea.
Al final la escultura pesa 500 kilos y lo que me gusta es que cuando le da el sol, las sombras que proyecta en el desierto, me recuerdan a cuando la tierra se seca y quedan unas grietas.
Es algo que quiero que el espectador piense, porque tenemos un animal en peligro en extinción, pero también tenemos el espíritu de México, los colores, la música, este animal que es una deidad; más o menos por ahí va la cosa.
- ¿Cómo va a ser la dinámica con el ajolote?
- Cuando lo hice no tenía una idea de cómo van a interactuar las personas, pero una vez que empecé a construirlo en la maqueta, me di cuenta que es súper escalable.
Cualquier persona puede escalarlo como si fuera un área de juegos de niños y se me hace interesante, que las personas tengan su ingenio, su capacidad de reír, de disfrutar y que se suban a mi ajolote.
La idea es que cuando pase la música cerca, las luces van a empezar a brillar, pero si quieres hablarle al ajolote, te escucha y se van a ver las luces cuando empiecen a brillar.
Una de las partes más interesantes para mí de todo este proceso es ver cómo la gente va a interactuar con él, porque de las ideas que yo tengo, la gente va a hacer mil cosas más.
- Como creador, ¿qué significa llegar a Burning Man?
- Es algo super especial por mil razones, una es la diversidad, solo hay 5% de latinos en un festival de 75 mil personas; estar representando a México a través de una escultura, se me hace super especial. En cuanto a crear obras de gran formato, siempre ha sido al menos mi motivación.
Al final la recompensa es tener un animal de seis metros que la gente va a ver en cualquier estado mental que estén: sobrios, en drogas, con otro estado mental, cómo les va a cambiar la vida...
Si llega a tener una vida después de este festival donde este trayendo beneficios económicos al animal en si, ahí es donde estoy 100% feliz.