Fallece Vicente Rojo

Pintor y escultor del abstraccionismo en México

Ciudad de México | 2021-03-19 | Agencias

El diseñador gráfico, pintor y escultor Vicente Rojo, uno de los artistas más importantes del abstraccionismo en México, adscrito a la generación de la ruptura, falleció la noche de este miércoles, apenas un par de días después de haber celebrado sus 89 años.

Nacido en 1932 en Barcelona, ciudad en la que hizo estudios de escultura y cerámica, llegó a México a los 17 años, para concluir sus estudios de pintura y tipografía, realizando durante más de cincuenta años una extensa obra como diseñador gráfico, pintor y escultor, además de haber contribuido en la creación de editoriales, suplementos culturales y otras publicaciones.

Reconocimientos

Vicente Rojo recibió algunos de los reconocimientos más importantes en México y en otras partes del mundo, como el Premio Nacional de Ciencias y Artes, el Premio México de Diseño, y la Medalla al Mérito en las Bellas Artes (España). En 1992 la Asociación Internacional Icograda le otorgó el premio de Excelencia en Diseño Gráfico, y en 1993 fue designado Creador Emérito por el Sistema Nacional de Creadores de Arte. En 1998, la UNAM le otorgó el doctorado Honoris Causa.

En 2006, el gobierno español le otorgó la Condecoración de la Encomienda de la Orden de Isabel La Católica; en 2011 el Instituto Nacional de Bellas Artes (inba) le otorgó la “Medalla Bellas Artes”, por su vasta práctica dentro de las artes visuales.

Obra

Vicente Rojo Almazán nació el 15 de marzo de 1932 en Barcelona, ciudad en la que hizo estudios de escultura y cerámica. En 1949 llegó a México, donde estudió pintura y tipografía, realizando durante más de cincuenta años una extensa obra como diseñador gráfico, pintor y escultor. Además, colaboró en la fundación de editoriales, suplementos culturales y otras publicaciones que definieron la vida cultural de México en la segunda mitad del siglo XX.

A lo largo de su carrera, Vicente Rojo presentó numerosas exposiciones individuales y participó en incontables muestras colectivas en todo el mundo.

Su pintura se ha agrupado en cinco series principales: Señales, en la cual trabajó con formas geométricas básicas; Negaciones, surgida de su intención de que cada cuadro negara al anterior y al que le seguiría; Recuerdos, nacida de su intento de abandonar una infancia difícil; México bajo la lluvia, concebida un día que vio llover en Tonantzintla, y Escenarios, compuesta de miniseries y que es un repaso de sus temas anteriores y una suma de los mismos.

A partir de 1980 comenzó a alternar la pintura con la escultura, en un intento por enriquecer su trabajo, en cuyo centro alienta la intención de reflejar, “como en un juego de espejos, dos soledades, la del creador y la del posible espectador”.

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