Veracruz | 2020-11-11 | Daniel Aguilar
A través del sitio web del Instituto Nacional de Antropología e Historia se dio a conocer una exposición virtual del Museo Regional de Historia de Aguascalientes, en la que se resaltan las características de uno de los estilos más polémicos en la historia del Arte, el Barroco.
“La pintura barroca se originó en Italia y uno de los precursores fue Caravaggio, quien marcó una nueva tendencia con su revolucionario estilo. En la región de Flandes, Bélgica, artistas como Pedro Pablo Rubens, tras su estancia en Italia, llevó a Amberes las innovaciones estéticas del momento”, se puede leer en dicha muestra interactiva.
Añade: “En España, el Barroco encontró tierra fértil principalmente en la religión, aunque también prosperaron otros géneros artísticos; sin embargo, la temática giró en torno a las diversas temáticas religiosas. Si bien, desde el último cuarto del siglo XVI hubo importantes pintores españoles en territorio novohispano, fue hasta la segunda mitad del siglo XVII que la pintura mexicana tuvo una clara influencia del Barroco europeo”.
Polémica
Uno de los principales obstáculos a los que se enfrentó este estilo artístico fue el rechazo de quienes apreciaban la expresión lúdica, pues se integraba por manifestaciones fuera de lo aceptado en aquel tiempo. No obstante, la trascendencia del arte barroco ha permanecido por varios siglos, en los cuales se han tomado a figuras religiosas como su principal punto de partida.
“La pintura barroca se caracteriza por ser emotiva, en su mayoría las temáticas giran en torno a la vida de la Virgen María, de Jesús y de los santos, como modelos de vida a seguir. El Barroco fue sinónimo de una ruptura de estilos en la tradición artística europea”, se afirma en el texto.
Además, se presenta una serie de habilidades que el pintor barroco novohispano tenía que dominar, como son la preparación del lienzo para ser pintado, el conocimiento del volumen de los cuerpos y el manejo de la luz; la capacidad para hacer trazos y tener conocimiento del dibujo; conocer y preparar los pigmentos a utilizar.
Así como tener el conocimiento en dibujo para dar la sensación de profundidad en la obra y plantear composiciones novedosas y complicadas para generar cierto dramatismo en las escenas plasmadas.