Celebran trayectoria dancística

Ofrecen coloquio en torno a Guillermina Bravo

Veracruz | 2020-11-15 | Daniel Aguilar

Para conmemorar los cien años del natalicio de la bailarina mexicana Guillermina Bravo, se realizó de manera virtual, un conversatorio en el que se resaltó la trayectoria de quien fuera una pieza fundamental en la danza nacional. 

En dicho encuentro, que se compartió a través de la página en Facebook del Instituto Nacional de Bellas Artes, participaron Margarita Tortajada, investigadora del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la danza ‘José Limón’; Jorge Blanc, coreógrafo y bailarín; Gabriel Pascal, escenógrafo e iluminador quien se ha desempeñado en teatro, cine y televisión, así como Lidia Romero, coreógrafa e investigadora, quienes fueron moderados por el coreógrafo Marco Antonio Silva. 

“Es considerada la artista de la danza moderna y contemporánea más importante del país, se mantuvo contra viento y marea en su carrera desde los años 30 del siglo pasado, hasta su partida en 2013; impulsó la danza mexicana y a sus creadores; es un punto de referencia necesario para la historia de la danza mexicana”, afirmó la doctora Tortajada. 

Origen

Además de resaltar las aportaciones que Bravo realizó al arte mexicano, mediante su talento y vocación, se abordó su origen, el cual tuvo lugar en tierra veracruzana, así como su formación en el mundo de la danza.  

“Nació en Chacaltianguis Veracruz un 13 de noviembre  de 1920 y en 1936 inició sus estudios en la Escuela Nacional de Danza (…) paralelamente realizó estudios en el Conservatorio Nacional de Música con maestros como Manuel M. Ponce y Candelario Huízar”, señaló la investigadora. 

Con esta preparación y motivada por sus ganas de compartir su talento, Guillermina Bravo fue precursora de las nuevas técnicas, que en ese momento, llegaban a suelo azteca, dando lugar a una prolífica carrera que hoy se toma como ejemplo para las nuevas generaciones.  

“Ejecutó las danzas orientales y las danzas modernas, que forman parte de la nueva visión de danza que las mujeres estaban creando en el mundo, la danza premoderna”, señaló la doctora. 

Agregó:  “La obra más importante, porque da inició a la danza moderna nacionalista, es La Coronela (1940) y en esa obra participó Guillermina… una como la señorita porfiriana y otra en danza de desheredados, que se debería llamar ‘de desheredadas’, porque son, fundamentalmente, las mujeres quienes participaban”. 

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