Orizaba | 2022-04-15 | Nora Gabriela Lira
Al menos 300 personas participaron la mañana de este Viernes Santo en el viacrucis que llevó a cabo la parroquia de San Miguel Arcángel por calles del centro de Orizaba, luego de dos años de que esta actividad se hubiera suspendido por la pandemia.
El obispo Eduardo Cervantes Merino destacó que ante la cruz de Cristo se traían todos los dolores que afronta el país, como son la violencia, la desaparición forzada, la inseguridad y la impunidad, lo cual preocupa a todos, incluyendo a la Iglesia.
Mencionó que en el mundo están pasando situaciones muy difíciles, como el conflicto bélico que hay entre Rusia y Ucrania, aunado a la violencia que se está viviendo en el país además de la impunidad, y no solo en las calles, sino en el hogar, “y esas son más dolorosas”.
“Hoy ante la cruz del Señor pidamos a él que tomó nuestros dolores, que nos dé la fuerza, la alegría de poder encontrar caminos para la paz y la reconstrucción del tejido social".
El obispo de Orizaba recordó que la vida se dio a la humanidad como un don de Dios para aprender a vivirla de manera adecuada, no para destruirla.