Orizaba | 2022-09-24
Independientemente de quién resulte electo como próximo Presidente de la República, le tocará enfrentar un pendiente que dejará el actual que es la solvencia financiera para el pago de pensiones en el país, indicó el analista financiero Juan Hernández Mercado.
Señaló que en México existen más de mil distintos sistemas, modelos y esquemas de pensiones, los cuales tienen sus propias tasas de cotización, reemplazo, reglas, incentivos, condiciones y beneficios, por lo que los sistemas de dispersión no permiten conocer el monto total que se destina al pago de éstas, pues muchos subsistemas son de universidades o municipios, que no reportan el gasto público ni sus esquemas de pensiones.
“El gasto en pensiones del que se tienen datos proviene de cinco instituciones: dos que corresponden a empresas productivas del Estado y tres proveedoras de seguridad social (salud y pensiones), pero además el gobierno federal, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) dispersa recursos para pago de pensiones de instituciones desaparecidas o para las aportaciones que le corresponden en el esquema de capitalización individual. Asimismo, el gobierno de México creó en 2007 la pensión no contributiva, que también se considera dentro del gasto dirigido a pensiones”, detalló.
Agregó que a ellas se suman la pensión no contributiva para adultos mayores convertida en universal por el actual Presidente.
Destacó que el número de adultos mayores en enero de este año era de 10 millones 259 mil 861, por lo que si se multiplica esa cifra por los mil 925 pesos mensuales que reciben el resultado es un gasto de un billón 975 mil con 20 millones de pesos anuales.
Hernández Mercado explicó que si hubiera una inflación promedio anual de cuatro por ciento en ese lapso, el incremento en términos nominales de la erogación por este concepto sería del orden de medio billón de pesos.
Hasta ahora, abundó, el gobierno tomó la decisión de "acomodar" las finanzas públicas para no incurrir en déficit más elevado en términos de su proporción frente al PIB, sin poner en práctica una reforma fiscal que eleve las tasas, pero para la próxima administración esta circunstancia se ve imposible, por lo que para evitar una crisis fiscal por la presión del pago de pensiones y jubilaciones, será inevitable incrementar las tasas impositivas.
“Así, tenemos que será el próximo gobierno el obligado a resolver este grave problema, ya que por cuestiones políticas no se tocará el tema de las pensiones”, abundó.
Sin embargo, indicó que el Presidente tiene clara la situación y tendrá que trabajar para buscar una solución.