No convence a Evangélicos de Veracruz ‘Ley Antichancla’

Córdoba | 2020-12-12 | Nora Gabriela Lira

Si bien los cristianos evangélicos están a favor de proteger los derechos de los menores y privilegiar el cuidado de niños, niñas y adolescentes, no se comparte la idea de la llamada “ley antichancla”, aprobada por los  diputados federales, indicó Alfredo Luna Murillo, presidente del Consejo Representativo de Iglesias Evangélicas en Veracruz (CRIEEV).

“En medio del peor momento de la pandemia en el país en vez de ser contundentes y trabajar para desacelerar los contagios del virus, en la Cámara de Diputados se aprobó, con mayoría absoluta la llama Ley Antichancla, iniciativa que pasará al Ejecutivo Federal para ser publicada en el Diario Oficial de la Federación en unos días más”, recordó.

Dicha ley, dijo, prohíbe los castigos corporales y humillantes en menores de edad y agresiones psicológicas por parte de sus mentores o tutores.

De acuerdo con ese dictamen, la prohibición incluye los castigos corporales con la mano o cualquier objeto, empujones, pellizcos, tirones de cabello o de orejas y quemaduras, obligar a mantener posturas incómodas, mordeduras o la ingesta de alimentos hirviendo.

El castigo humillante, añadió, se refiere al trato ofensivo, denigrante, desvalorizador, estigmatizante, ridiculizador o cualquier acción que provoque dolor o amenaza.

Luna Murillo dijo que los cristianos evangélicos están de acuerdo en proteger al menor y coinciden en casi todo, pero no así en cuando al castigo corporal, porque se entiende que cuando un padre o madre corrige a su hijo con unas palmadas en los glúteos es porque a veces el diálogo no funciona.

No estamos de acuerdo en que el Estado se meta en la disciplina y enseñanza que le corresponde dar a los padres de familia a sus hijos, porque la disciplina es parte de la educación, valores, las buenas costumbres, la fe, la moralidad.

Agregó que la corrección para instruir a los hijos les corresponde solamente a los padres.

Incluso, destacó, la Biblia habla de la disciplina de los hijos y cita que “la vara y la reprensión dan sabiduría, pero el niño consentido avergüenza a sus padres”.

Consideró que en este tema y en este tenor se debe obedecer a Dios antes que a las autoridades para que los hijos sepan por qué camino andar.

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