Encapuchados vandalizan oficinas y negocios en Xalapa

Xalapa | 2020-06-08 | Jesús Ruíz

Un grupo de manifestantes radicales destruyó todo a su paso en calles céntricas de la ciudad de Xalapa.

A su paso rompieron cristales y puertas de negocios, oficinas de medios de comunicación, bancos, iglesias, comercios y edificios como medio de protesta contra la policía estatal.

Inclusive las letras turísticas de Veracruz que el gobierno acaba de instalar en la plaza Sebastián Lerdo de Tejada quedaron reducidas a pedazos.

Los inconformes, encapuchados y portando martillos, palos y botes de aerosol, partieron del Teatro del Estado al centro de Xalapa por la avenida Manuel Ávila Camacho.

En su camino vandalizaron y gritaron consignas en contra del gobierno, principalmente de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).

Lo anterior cuando previamente se realizó una manifestación pacífica de amigos y familiares del joven Carlos Andrés Navarro Landa, fallecido en separos del cuartel San José de la Secretaría de Seguridad Pública por un supuesto infarto al miocardio.

Los familiares acusan que en realidad el hombre de 33 años murió a causa de brutalidad policial por los múltiples golpes que recibió en los separos, hecho que se está investigando. Pese a lo anterior se deslindaron de cualquier hecho violento, pues su movilización fue pacífica.

En su camino los inconformes no hicieron reclamos específicos y rompieron vidrios de las fachadas de diversos negocios, deñaron cajeros automáticos de la sucursal de BBVA de Ávila Camacho.

También rompieron las entradas de cajas de ahorro, financieras, casas de empeño y en la tienda Elektra.

El contingente destruyó los cristales de la Primera Iglesia Bautista de Xalapa y rompió imágenes del Templo Expiatorio Sagrado Corazón de Jesús, este último en la calle Zaragoza, concluyendo en la plaza Lerdo.

En el primer cuadro de la ciudad destruyeron las letras turísticas instaladas apenas la semana pasada por el gobierno de Cuitláhuac García e intentaron pintar la Catedral Metropolitana.

Algunos negocios sufrieron el vandalismo de casi 50 manifestantes, cubiertos del rostro; algunos acompañados de menores de edad.

Los propios manifestantes obstruyeron con mamparas y carteles a los medios de comunicación y en algunas ocasiones intentaron pintar con aerosol a los reporteros o amagaron con golpearlos.

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