Orizaba | 2022-06-11
Un aumento en los padecimientos de salud mental dejó la pandemia, principalmente ansiedad, fatiga crónica y depresión por el confinamiento, pero también las consultas por esquizofrenia e internamientos, pues hubo personas que estaban en tratamiento y por el mismo encierro dejaron de recibir sus consultas o medicamentos, indicó Yolanda Gabriela Cabrera Sánchez, psicóloga del Hospital de Salud Mental Víctor Manuel Concha.
“Hubo un poco de desfase en los tratamientos, entonces ahorita los hospitales, como el que tenemos en Orizaba, se está dando a la tarea de abrir lo más que se pueda para la consulta para dar la atención. Obviamente también hubo un aumento en cuanto a internamientos, porque había pacientes descontrolados porque no podían acudir por su medicamento, no podían acudir por nada, todos estábamos encerrados”, señaló.
La especialista explicó que esos tratamientos, con un solo día que se dejen de seguir, pierden su secuencia y tienen que volver a empezar y son años de tratamiento, porque el medicamento en función es lento y ahora hay que reiniciar para estabilizarlos.
Comentó que el incremento en los casos de ansiedad se dio en todas las edades, desde niños a jóvenes y adultos y muchos menores están enfocados en los medios electrónicos como el celular y es complicado sacarlos de eso porque es un tipo de adicción.
Reconoció que la ansiedad o la depresión muchas veces son minimizadas por las personas y piensan que sólo necesitan “echarle ganas”, pero se trata se condiciones que deben ser tratadas médicamente pues pueden llevar a la persona a estados en donde atenten contra su vida.
La psicóloga agregó que en caso de la esquizofrenia además ha sido complicado adquirir los medicamentos y aunque el gobierno hace lo que puede por darles todo, en ocasiones es necesario que los consigan por su cuenta y es un problema porque a veces no tienen recursos, ya que cuestan 2 mil pesos, por ejemplo y son pastillas sólo para un mes.
Mencionó que actualmente están buscando enlaces con los DIF para que les apoyen en ubicar a algunos pacientes que quedaron en sus casas y no tienen familia y por la misma pandemia no pudieron ir a consultas o por sus medicinas, a fin de que continúen sus tratamientos.