Amatlán | 2021-04-02 | Nora Gabriela Lira
Familiares de las siete personas que permanecen detenidas y acusadas por las autoridades por presuntos ultrajes a la autoridad permanecieron por varias horas ante el Cereso de Amatlán en espera de conocer la situación de sus seres queridos.
De acuerdo con la versión aportada por los familiares, Adriana Isabel, de 22 años, acudió al estudio de tatuaje ubicado en Madero Norte, para hacerse un tatuaje, se lo estaban realizando cuando tocaron a la puerta una vez, se asomó José Rogelio, el tatuador, y no vio a nadie, pero volvieron a tocar otra vez y al salir a ver subieron sujetos cubiertos de la cara que ya llevaban a José Rogelio sometido.
A Adriana Isabel la tiraron al piso, le pegaron y la jalaron de los cabellos, en eso subieron unos chicos y una chica a los que igual sometieron.
Los jóvenes fueron bajados y subidos a una camioneta blanca y de ahí los llevaron a un lugar muy apartado, cerca de un cerro.
Fueron 10 horas de angustia para los familiares de Adriana Isabel, José Rogelio, los hermanos Moisés y Raúl, otra chica de nombre Itzel, y Gonzalo, un señor de 64 años que acudió a dejar comida a ese local.
Para todos los familiares, sus seres queridos estaban y videos y testimonios les hacían ver que habían sido privados de su libertad por un comando armado ese 30 de marzo; sin embargo, al día siguiente se enteran que el gobernador del estado da a conocer que son ocho personas que no están desaparecidas, sino detenidas por algún delito.
Este viernes se celebró la primera audiencia para legalizar la detención de los implicados, ahora se sabe, en el delito de ultrajes a la autoridad, de los ocho detenidos, se permitió la salida de Moisés, el menor de edad.
“Yo, mi familia y los familiares que están aquí presentes de las ocho personas, siete que están aquí en Amatlán, estamos en total desacuerdo con cómo se ha llevado el proceso y también exigimos la liberación de nuestros familiares puesto que se violaron sus garantías, sus derechos”, expresó Abigail Martínez, hermana de Moisés y Raúl.
Los familiares expresaron querer a sus seres queridos libres porque no son delincuentes, además de que ven que todo ha estado lleno de irregularidades, pues los dichos de la autoridad no concuerdan con lo ocurrido ni con los tiempos.