México | 2023-06-26
En la asamblea anual de 2023 del Banco de Pagos Internacionales (BPI), el director general Agustín Carstens advirtió sobre los riesgos de una inflación persistentemente alta y la inestabilidad financiera. Aunque expresó la esperanza de un aterrizaje suave de la economía global, resaltó la necesidad de prepararse para los riesgos significativos que se avecinan.
Carstens destacó que la inflación alta y la inestabilidad financiera podrían desencadenar un prolongado período de crecimiento lento o incluso una recesión. Además, advirtió sobre el riesgo de que los bancos enfrenten pérdidas debido a los créditos morosos ocasionados por el aumento de las tasas de interés. El alto nivel de deuda, los precios de los activos elevados y el crecimiento de la inflación aumentan aún más estos riesgos.
El director general del BPI también señaló que los bajos ratios entre la capitalización de mercado y el valor contable de los bancos reflejan el escepticismo de los inversores respecto a las perspectivas a largo plazo de algunas instituciones. Además, advirtió que los bancos más pequeños podrían generar una pérdida de confianza en el sistema financiero en general.
El BPI advirtió sobre las tensiones financieras que podrían surgir como consecuencia del aumento de las tasas de interés después de un período prolongado de tasas bajas. Esto podría ocasionar problemas, como la disminución del valor de las garantías, como se observó en el Reino Unido con los fondos de pensiones el año pasado y en los bancos de EE. UU. este año.
Según el informe del BPI, alrededor del 15% de los ciclos alcistas de política monetaria se han asociado con tensiones severas en los bancos, especialmente cuando existe una alta deuda, un aumento abrupto de la inflación o un rápido incremento en los precios de la vivienda.
El BPI expresó su preocupación por la sostenibilidad de la deuda pública, la cual puede generar inestabilidad financiera. El jefe del departamento Monetario y Económico del BPI, Claudio Borio, mencionó que las trayectorias de la deuda gubernamental a largo plazo representan la mayor amenaza y ya están afectando las calificaciones crediticias de las economías avanzadas y emergentes.
El BPI recomendó a los gobiernos ajustar sus presupuestos mientras apoyan a los sectores más vulnerables y consolidan su gasto a largo plazo. Esto contribuiría a controlar la inflación y reducir la necesidad de que los bancos centrales mantengan tasas de interés elevadas durante períodos prolongados.