Veracruz está de moda

CAFÉ JAROCHO

| 2025-05-03

Aunque terminaron las vacaciones de Semana Santa y Pascua, todavía por la mañana de lunes se podía ver en Veracruz a grupos de paseantes en el Malecón, tomándose fotografías y curioseando en el mercado de artesanías.

En su mayoría se veían personas jóvenes que deambulaban por la zona y admiraban el mar, lo que confirma que la ciudad de Veracruz sí es un referente nacional y que sigue muy presente en la mente de los viajeros de todo el país.

Hay que mencionar que una parte es la oferta turística de cada destino y la otra es la calidez de sus habitantes, y en este rubro Veracruz se pinta solo.

Muy amigables con los animales

Los restaurantes de la zona conurbada y en especial de Boca del Río comienzan a sumarse a la tendencia pet-friendly, adaptando sus instalaciones para recibir a comensales que deseen acudir con sus mascotas

Esta medida busca no solo cumplir con las normativas actuales, sino también responder a las demandas de un público cada vez más exigente.

A la fecha, alrededor del 10 por ciento de los establecimientos en Boca del Río ofrecen áreas específicas para recibir mascotas de compañía, aunque se espera que esta cifra aumente a un 30 por ciento para finales del 2025.

La decisión de promover espacios pet-friendly también responde a casos recientes, como el rechazo a personas con discapacidad visual y sus perros guía en ciertos establecimientos de la región. 

Ya existen ejemplos en la ciudad, en algunas plazas comerciales que han adaptado sus instalaciones para permitir el acceso de mascotas, marcando un precedente para que más negocios sigan este modelo.

Falta comida

El reciente aumento en la demanda de apoyo alimentario en Veracruz y sus alrededores debería encender una señal de alarma sobre las condiciones sociales que persisten y se agravan en muchas comunidades del estado. En marzo, el Banco de Alimentos de Veracruz pasó de atender a 27 mil personas a más de 35 mil. Es un salto que no solo refleja una cifra, sino el rostro de miles de familias que ya no logran cubrir lo más básico, comer.

Zonas como Cardel, Puente Nacional, Tolome y Tierra Blanca, todas ubicadas a menos de 50 kilómetros de la capital, están reportando necesidades urgentes. Y si bien la ciudad de Veracruz se mantiene relativamente cubierta, el cinturón de pobreza que la rodea continúa creciendo en silencio. Es ahí donde las redes de asistencia, como el Banco de Alimentos, se vuelven una tabla de salvación.

No se trata solo de dar comida, sino de entender que detrás de cada solicitud hay una historia de precariedad, de falta de oportunidades y de abandono.

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