Veracruz | 2025-02-06
El anuncio realizado ayer por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, sobre la inversión de 28 mil millones de dólares en proyectos de generación eléctrica a través de la CFE marca un punto de inflexión en la política energética del país.
Especialmente relevante es el enfoque de estos proyectos en la restauración de la vetusta infraestructura eléctrica que afecta a zonas industriales clave, como el Complejo Petroquímico La Cangrejera, en Coatzacoalcos, Veracruz.
Esta unidad de producción de Pemex ha enfrentado constantes fallas eléctricas debido a la falta de inversión, al grado de que, en ocasiones, los trabajadores han tenido que operar en condiciones precarias, incluso a oscuras o costeando de su bolsillo insumos básicos como focos.
La inclusión de La Cangrejera en el Plan de Abastecimiento y Expansión del Sistema Eléctrico Nacional 2025-2030 genera expectativas. La instalación de una planta de cogeneración con capacidad de 900 megawatts, en colaboración entre CFE y Pemex, podría representar un punto de inflexión para la industria petroquímica nacional.
Este tipo de proyectos, que permiten generar electricidad y vapor para procesos industriales, son fundamentales para optimizar el consumo energético y reducir costos operativos. Sin embargo, su ejecución no estará exenta de desafíos, considerando la burocracia y la histórica ineficiencia administrativa de ambas empresas estatales.
El plan energético contempla 51 proyectos de generación eléctrica, incluyendo siete parques eólicos, nueve plantas fotovoltaicas y cinco de ciclo combinado.
La apuesta por energías renovables es clave en un contexto global donde la transición energética es imperativa. Sin embargo, la CFE deberá garantizar que estos proyectos sean operativos en los tiempos estipulados.
En administraciones pasadas, varias iniciativas quedaron a medias o fueron retrasadas por falta de planeación y problemas técnicos.
Uno de los puntos críticos es el financiamiento. Sheinbaum ha asegurado que el crecimiento del sector será mayoritariamente público, sustentado en nuevas legislaciones que permitirán mecanismos de financiamiento para la CFE.
Esto sugiere un giro hacia un modelo donde el Estado retome el control de la generación eléctrica, reduciendo la participación privada que había sido promovida en décadas anteriores.
Si bien este enfoque podría fortalecer la seguridad energética del país, también representa una apuesta riesgosa si no se garantiza una administración eficiente y sustentable.
En cuanto a la infraestructura de transmisión y distribución, se anunció una inversión de más de 5 mil millones de dólares para modernizar la Red Nacional de Transmisión.
Este es un punto clave, ya que de nada servirá producir más energía si las líneas de transmisión siguen siendo obsoletas e incapaces de distribuir la electricidad de manera eficiente.
La modernización de la infraestructura eléctrica es un aspecto crítico que no admite postergaciones. El impacto de estas inversiones no solo se medirá en megawatts generados, sino en el beneficio directo a la población.
La promesa de electrificar miles de hogares en comunidades marginadas es un paso positivo.
Cifras clave:
El reto ahora será la ejecución. La historia de la CFE y Pemex está plagada de proyectos retrasados, sobrecostos y opacidad. Si el gobierno de Sheinbaum quiere marcar una diferencia real, deberá garantizar que cada dólar invertido se traduzca en mejoras tangibles y que la energía llegue donde realmente se necesita.
El sector eléctrico de México está en un punto de quiebre. Esta inversión multimillonaria podría significar un avance crucial para la soberanía energética del país o, en el peor de los casos, sumarse a la larga lista de promesas incumplidas.
La clave estará en la planeación, la transparencia y la ejecución efectiva. La inversión no solo fortalecerá la infraestructura eléctrica del país, sino que también será un paso adelante para erradicar la ineficiencia que ha caracterizado a sectores estratégicos.
En la bancada de San Lázaro y en algunos grupos políticos de Morena en el sur, ya le llaman “el diputado cartulinas".
Aunque ha tenido tres intervenciones en el pleno—una de ellas para anunciar la muerte de un doctor—, se dice que sus momentos más destacados han sido cuando aparece en su curul o cerca del estrado con una cartulina o lona a favor o en contra de un tema.
Una acción que supera, por mucho, sus intervenciones en el Congreso federal.
Y, claro, después viene la foto, que inevitablemente circula en redes… a veces en forma de meme.
Ya valdría la pena que se pusiera a trabajar más a fondo en los temas urgentes del país y de Veracruz. El electorado de Coatzacoalcos no le dio su confianza solo para cargar cartulinas y tomarse fotos.
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