Veracruz | 2021-02-16 | Silverio Quevedo
Desde las 8:00 de la mañana estaban instaladas la mayor parte de las 8 casillas que se dispusieron para recibir el voto del padrón total de los militantes en el puerto de Veracruz para elegir a su candidato a la alcaldía porteña.
Todo parecía bien, solo que arrancaba con un mal presentimiento para los seguidores de uno de los que aspiraban a la nominación, Bingen Rementería Molina. La mayoría de los presidentes de casillas eran aliados y afines al yunismo, y por tanto al otro contendiente, Miguel Ángel Yunes Márquez.
Desde esa hora estaban por un lado, la mayor parte de los afines no solo a Yunes hijo, sino al presidente municipal, Fernando, hermano de Miguel chico como es conocido, y muchos como parte del sistema municipal; por otro, arribaron desde esa hora, los “nuevo militantes”, casi unos 500, según la versión del bunker Rementería.
A los que no se les permitió votar desde su llegada por muy temprano que fuera, por una razón:
El Comité de Elecciones del Comité Directivo Municipal del PAN en Veracruz puerto no tenía boletas suficientes para los nuevos militantes. Es decir no se previó que de última hora, como ocurrió por parte de los tribunales, se aprobara o se diera la determinación que los cinco centenares de nuevos militantes pudieran emitir el sufragio.
Los miembros del Comité Ejecutivo Nacional que se dieron cita, y que llevaron la batuta del proceso, aseguran quienes estuvieron ahí, no mostraron interés en resolver el tema de los “nuevos militantes” por lo que solo atinaron a ordenar abrir una novena casilla.
Y es que las boletas son igual o similares a las que se utilizan en una elección general para cargos populares, ya sea estatal o federal, y tienen marca de agua, sellos para evitar falsificaciones y con esas características, el argumento fue que la premura no permitió lograr imprimir más boletas y la decisión que se tomó fue entregar a la novena casilla las boletas sobrantes del resto ya instaladas, lo cual no gustó mucho a los rementeristas, pero al final se aceptó.
El asunto se puso más candente cuando al paso de las horas no se les permitió ingresar a los más de 300 militantes que se encontraban fuera, hecho incluso señalado en versiones periodísticas desde el mismo domingo durante la jornada electiva, hasta que pasada la tarde se dio la “confrontación” con los grupos de choque que llegaron a desbaratar la asamblea.
Según las cifras más eran dos mil 228 militantes con derecho a votar, de cuyo padrón el resultado final fue 950 votos para Miguel Ángel Yunes Márquez por 938 que obtuvo Bingen Rementería.
Hubo pues, más de 200 simpatizantes que seguramente contaba éste último a su favor a los que no se dejó votar, y es que la determinación de los representantes del CEN en ese momento, ante la provocada trifulca fue que solo votaría los que ya estaban dentro del salón social del Club de Leones. Con estos votos la elección para los Yunes habría sido un desastre.
Incluso, afirman que los presidentes de casilla recibían constantemente instrucciones vía teléfono celular y en forma presencial de la estructura municipal del yunismo que se encontraban en el recinto.
La diferencia de 12 votos entre uno y otro le da la confianza al equipo del diputado local con licencia para pedir la anulación de la elección y anunciar un día después, que se irá a los tribunales, pues consideró un desaseo total en el proceso.
YUNES. TRIUNFO CON SABOR A DERROTA
Si bien Yunes Márquez obtuvo 12 votos más, parece que no haber salido con un triunfo más holgado lo deja muy mal parado. Más bien pareciera una derrota en la medición de fuerzas en peso específico contra los Rementería.
Y es que hay que anotar varios factores a favor del yunismo.
El contendiente Yunes Márquez es un excandidato a la gubernatura en la pasada elección del 2016 que en teoría debería mantenerlo más posicionado dentro y fuera del panismo frente a un diputado local.
El papá de Bingen Rementería es un Senador pero el papá de Miguel Ángel es un gobernador saliente del mismo partido, aunque Yunes Linares solo haya sido por dos años. Y con la experiencia de una contienda estatal. Es decir con mucho más tablas.
El hermano de quien se declaró vencedor en la elección interna del domingo dentro del PAN municipal es el alcalde porteño en funciones, Fernando Yunes.
El aparato municipal, todo el aparato, a decir de los Rementeristas, fue echado a todo vapor y como una verdadera máquina aplanadora el día de la elección que terminó con trifulca al final de la jornada.
La estructura del panismo incluido el comité directivo son posiciones de los Yunes, además que dejaron ir el poderío económico y político que dicen ostentar, pero al final el resultado fue algo así como un empate técnico.
Si se valora peso a peso, ¿quién perdió más en esta batalla al interior de los azules?