Veracruz | 2021-11-09 | Luis Alberto Romero
En su conferencia de este lunes, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, se refirió a la captura de dos personas presuntamente vinculadas al feminicidio de Monserrat “N”, perpetrado el pasado 17 de abril en Boca del Río.
El mandatario veracruzano fue contundente al asegurar que en Veracruz, durante su administración, no habrá impunidad en los casos de ataques contra mujeres.
Dijo que la entidad enfrenta un rezago histórico en cuanto a la protección de las mujeres y apuntó que este, como otros casos, es investigado por la instancia estatal de procuración de justicia, encabezada por una mujer (refiriéndose a la fiscal Verónica Hernández); y será juzgado por un tribunal con mayoría de mujeres en las magistraturas.
García Jiménez recordó que el gobernador que le antecedió en el cargo, Miguel Ángel Yunes, tenía en su gabinete a un secretario de Gobierno señalado por golpear a una mujer, delito por el que fue detenido por la mañana del pasado 13 de marzo en Tuxpan, Veracruz.
En efecto, Rogelio Franco Castán fue señalado por un tema de violencia doméstica, aunque posteriormente se le imputó el delito de ultrajes a la autoridad, por un presunto caso de resistencia al arresto.
Franco Castán, secretario de Gobierno durante la administración de Yunes Linares, permanece recluido desde hace ocho meses y al interior de su partido se comenta que así podría continuar por mucho tiempo más.
Hay que recordar que a mediados de octubre, a este personaje, uno de los actores políticos que facilitó la construcción de la alianza que llegó al gobierno estatal en 2016, le giraron una nueva orden de aprehensión, en este caso por el presunto delito de peculado, en agravio de la Secretaría de Gobierno.
El líder perredista presuntamente es señalado en cuatro carpetas de investigación; una, la que dio origen a su captura, por violencia familiar; otra, por ultrajes a la autoridad, cuando se habría resistido al arresto y dañado la camisa del agente que le notificó una orden de aprehensión; una más, por extorsión y abuso de autoridad, contra el ex secretario de Seguridad Pública; y la más reciente, por peculado.
Si sólo fueran dos delitos, la violencia familiar y los ultrajes, muy probablemente el detenido no tendría mayores problemas para salir más temprano que tarde; sin embargo, el peculado y la acusación por extorsión y abuso de autoridad complican el panorama y la defensa de quien fuera uno de los hombres fuertes del yunismo, quien ha insistido en su inocencia y en que es víctima de una persecución política.
Su partido insiste en que se trata de un preso político, pero en respuesta, el actual titular de la Segob de Veracruz, Eric Cisneros Burgos, dijo que en la entidad no hay presos políticos, sino políticos presos.
Como sea, en los pasillos del edificio perredista circulan versiones en el sentido de que el ex dirigente del partido y ex diputado local entró en una etapa de comprensible desesperación, ante lo que se vislumbra como un largo encierro.
El perredista habría roto relaciones hasta con su abogado defensor, Jesús Velázquez Flores, principal beneficiario de su reclusión, dado que como suplente de la fórmula plurinominal, fue llamado a ocupar la curul que correspondía a Franco.
@luisromero85