La reversa también es cambio

Veracruz | 2022-06-25

La llegada a la presidencia de Colombia de un candidato de la izquierda radical, quien antes fue miembro de la guerrilla urbana denominada M 19, dedicada al secuestro de personas y a la extorsión, es una muestra palpable de que la historia se parece a una rueda que constantemente.  Algunas veces lo hace para avanzar, otras para volver a quedar en el mismo sitio o incluso para retroceder, ya que como dicen algunos, la reversa también es cambio. Colombia es uno de los países latinoamericano que más se parece a México. El acento de los colombianos, es incluso similar al nuestro.

Había permanecido Colombia como una democracia que con todo y sus altibajos avanzaba de manera constante, porque daba certidumbre jurídica, promovía la inversión y por lo tanto creaba riqueza. En consecuencia generaba empleos. Su producto interno bruto creció un 36% en los últimos diez años. Un promedio de 3.6% anual con todo y el COVID. En otras palabras, crecía más rápido que México.

Un ejemplo de la buena marcha de su economía es que habiendo caído un 7% durante el año de la pandemia, al siguiente creció un 10%, por lo que prácticamente recuperó lo perdido.

Como consecuencia del fracaso del socialismo chavista, cientos de miles de venezolanos salieron huyendo de su patria para escapar de la dictadura, refugiándose en los países vecinos, entre ellos Colombia.

Con la llegada al poder de Gustavo Petro se expande ahora el izquierdismo en América Latina, lo que pone en riesgo las libertades y posiblemente arrastre a muchas naciones a una crisis económica de consecuencias impredecibles.

Tal parece que en Latinoamérica no aprendemos. Creemos ingenuamente que la pobreza se puede suprimir con un decreto de los gobernantes, que el estado puede repartir libremente lo ajeno sin ahuyentar a los que generan riqueza.

Cuando esto se da, el resultado inmediato es mayor pobreza, desigualdad, falta de empleo, escasez, hambre y violencia.

Para mantenerse en el poder ante el descontento social, los gobernantes tienden a convertirse en dictadores. Ahí están por ejemplo Cuba, Corea del Norte, Nicaragua y Venezuela.

Yo estoy de acuerdo en que la pobreza es un lastre que debe combatirse a fondo, pero con inversión y empleo, con una mejor educación. No con decretos ni dádivas clientelares que solo sirven para conseguir votos. La pobreza es nefasta porque genera rezagos, rencores y conflictos sociales.  Pero para erradicarla debemos primero crear riqueza y luego repartirla mejor entre todos.

Para dar caldo de pollo, primero debemos de tener el pollo.

Por eso necesitamos gobiernos que faciliten y promuevan la inversión, que no la obstaculicen ni estorben. Necesitamos también empresarios visionarios, generosos y socialmente responsables, que tengan un verdadero compromiso con su comunidad, con sus clientes, con sus colaboradores y con el medio ambiente.

No se puede obtener riqueza de la nada ni tampoco despilfarrando recursos en ocurrencias, sino fomentando la inversión, el trabajo y  el ahorro. Cuando llegan gobiernos que ofrecen al pueblo el paraíso sin trabajar, dinero sin esforzarse y éxito sin estudiar, los resultados serán a la larga nefastos para esas naciones. Terminarán destruidas sus economías y habrá mayor encono y desigualdad social.

Ahora Colombia está polarizada y dividida. El 47% de los votos fueron para el candidato que perdió y el 50% para quien ganó.

Un botón de muestra de la manera de pensar del ahora presidente electo es una frase que se le atribuye y que de resultar cierta, lo pintaría de cuerpo entero:

“La riqueza debe de ser de quien la necesita, no de quien la crea”. Ya parece que alguien va a trabajar, a ahorrar y a sacrificarse, para que venga otro a despojarlo del fruto de su trabajo y de su esfuerzo.

Si fuese cierta la frase y aplicarla al pie de la letra durante su administración, veremos cuántos emprendedores quedan en Colombia dentro de poco tiempo y como esa hasta ahora próspera economía se desfonda y se va a pique.

No existe a la fecha un solo país socialista exitoso.

Tenemos mucho que aprender para no seguir repitiendo los mismos errores. Tenemos que  fijarnos bien por quien votamos. Hay quienes ofrecen a la población dinero sin trabajar y pasar de año sin estudiar. Eso solo conduce al estancamiento, al conformismo y a la mediocridad.

Hay partidos que con tal de conseguir votos ofrecen comida gratis, internet gratis, medicinas gratis. No hay nada gratis en la vida. Alguien tendrá que pagar la enorme cuenta de los supuestos obsequios y no serán los políticos que prometieron los regalos. Los terminarán pagando los ingenuos ciudadanos vía aumento de impuestos.

Cuidado: No hay economía que pueda desarrollarse y mejorar con ocurrencias.

Si no cambiamos para mejorar, a la larga la demagogia nos pasará la factura.

¿No les parece a Ustedes?.

Muchas gracias y buen fin de semana.

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