Tiempo de decisiones

Tiempo de decisiones

| 2024-03-23

Estamos a unas cuantas semanas de las elecciones. Es importante desde ahora concientizarnos de la importancia que reviste este proceso que servirá para definir el futuro del país. Será la elección más relevante y competida de la historia moderna.

También es un deber cívico de los ciudadanos responsables y conscientes de los derechos y obligaciones que todos tenemos de promover el voto libre, razonado e informado entre quienes por apatía y desconocimiento normalmente no acuden a las urnas, para que cambien de actitud y participen.

Sería absurdo y muy triste que en las próximas elecciones se mantuvieran los mismos niveles de abstencionismo que en otras ocasiones. Es una pena que en la última elección presidencial 30 millones de personas simplemente no votaron y sin saberlo ni proponérselo, permitieron con su desidia que otros decidieran por ellos el futuro de nuestra patria.

Especial llamado debemos hacerles a los jóvenes para que reflexionen acerca de la importancia crucial de estas elecciones, porque de su resultado dependerá que tengan o no un mejor empleo, seguridad adecuada, servicios públicos decorosos y un sistema de salud en mejores condiciones que el actual.

Ellos deberán analizar y reflexionar detenidamente las opciones disponibles y votar por los candidatos o candidatas que les parezcan mejor para conducir los destinos del país.

Si algo me preocupa es la influencia nociva en las elecciones de los programas sociales mal manejados y peor enfocados. Estos pueden torcer las voluntades y los resultados, ya que se trata de una compra disfrazada y anticipada de votos. Lamentablemente muchos ciudadanos no se percatan de esto, porque no entienden que el gobierno no produce nada y lo que aparentemente regala, antes se lo quitó a otros ciudadanos que sí producen. Con estas decisiones tarde o temprano iremos a la ruina. Hay personas que ya tienen una pensión y reciben además programas sociales. Hay otras que por su condición económica no los necesitan. Entiendo que los programas sociales deben continuar pero con un enfoque más apropiado y seleccionado para apoyar solo a quienes verdaderamente los necesitan. ¿Quieren becas los estudiantes?: Que al menos asistan a la escuela y obtengan buenas calificaciones.

Para regalar los cientos de miles de millones de pesos que se destinan anualmente a dichos programas, (mismos que por cierto no resuelven la pobreza sino que sirven para mantener contentas y controladas a las masas); se ha dejado de invertir en rubros prioritarios como seguridad, salud e infraestructura.

Además, se ha contratado una deuda histórica que ya suma varios billones de pesos, mismos que tarde o temprano deberemos pagar con intereses todos los mexicanos, incluso los que todavía no han nacido.

Quiero señalar que muchos de los programas sociales manejados por los políticos resultan ya insostenibles y aunque nadie lo dice, no podrán mantenerse vigentes en el corto plazo. Regalar dinero es una forma simple de granjearse simpatías, pero al final del día la cuenta completa la terminaremos pagando entre todos, ya que los políticos no ponen un centavo de su bolsa y terminan saludando con sombrero ajeno. Además, algunos se llevan una tajada de lo que reparten.

Necesitamos construir un país que progrese a base de empleo, esfuerzo, trabajo, inversión, productividad, ahorro, paz social y sobre todo respeto al estado de derecho. No una nación donde las personas vivan de dádivas clientelares y dejen de esforzarse para salir adelante, porque esto arruinaría a nuestra patria.

Si no se señala esto a tiempo para corregir lo que está mal, las cosas escalarán y se convertirán en un problema bastante complejo de resolver. Las promesas falsas duran poco tiempo. ¿Ya se dieron cuenta estimados lectores de que la gasolina no ha bajado de precio como nos lo aseguraron?. La energía eléctrica y el gas tampoco. La inflación sigue creciendo más rápido de lo que indican los pronósticos oficiales. Los hospitales públicos carecen de lo elemental para funcionar, cuando nos prometieron que estarían como los de Dinamarca.

Quienes crean que vamos bien, verifiquen por favor lo que han aumentado de precio los productos en todas las tiendas y supermercados. Es cierto, se gana más dinero ahora, pero cada vez se pueden comprar menos productos, porque en la carrera de precios y salarios, siempre ganan los precios.

Si se suben por decreto los salarios, pero no aumenta la productividad, lo único que se genera es inflación. Esto ya deberíamos haberlo aprendido.

Conclusión: Si no participamos emitiendo un voto libre y razonado, nos llevará el tren. Así de claro.

¿No les parece a Ustedes?.

Muchas gracias y buen fin de semana.

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